Un técnico en radiología es un profesional sanitario especializado en la toma de imágenes del cuerpo humano. En concreto, de las radiológicas. Es decir, de rayos X. Pero también de otros tipos, como resonancias magnéticas, tomografías, mamografías, ecografías o densitometrías óseas.
Para ello, estos profesionales deben ser capaces de manejar una variada gama de equipos especializados.
Para realizar esta toma de imágenes, en algunos casos se debe preparar al paciente con antelación. Por ejemplo en los casos de resonancias con contraste, en las que hay que administrar un líquido al paciente para que resalten algunas zonas del cuerpo.
Otra de sus funciones de importancia fundamental es la interpretación preliminar de las imágenes tomadas. Estos primeros informes ayudan al médico en el diagnóstico y en su trabajo de encontrar el mejor tratamiento para el paciente.
Un técnico en radiología es un profesional muy especializado del campo de la salud. Por ello, los estudios que debe realizar son muy específicos. Al tratarse de un técnico, estos estudios son de Formación Profesional de Grado Superior. Se trata del título en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Con la reforma de la Ley de Educación que afecta a la FP, este título sustituye al anterior de Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico.
Si no cumples los requisitos necesarios para acceder a este nivel, puedes hacer un curso preparatorio para estos estudios.
Entre las competencias profesionales añadidas que debes tener para ejercer esta profesión se cuentan la empatía y una buena expresión oral y escrita. Son habilidades fundamentales para explicar al paciente el proceso al que va a ser sometido y para redactar el informe que acompaña a la prueba.
Estos profesionales están muy demandados en el ámbito de la sanidad, tanto pública como privada, porque sus funciones son imprescindibles en una gran variedad de casos para poder aportar un diagnóstico y ofrecer un tratamiento.
Un técnico en radiología puede ejercer en un hospital, una clínica o en un centro especializado. También en institutos anatómico-forenses o de medicina legal. Incluso en farmacéuticas y empresas de productos hospitalarios.
Como las técnicas y el manejo de equipos de su especialidad se aplican también en animales, pueden trabajar también en centros de veterinaria.
Dependiendo de si el lugar de trabajo es público o privado y de la antigüedad en el puesto que se tenga, el salario de este tipo de profesional está entre los 15.000 euros y los 20.000 euros al año.
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