La dermatología es una rama de las profesiones de la salud que puede diagnosticar más de 3.000 enfermedades relacionadas con la piel, las uñas, el pelo y las mucosas. Desde una erupción cutánea a un melanoma. La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, y aunque muchas de sus afecciones son de carácter aislado, otras derivan de otro tipo de enfermedades, incluso psicológicas. Los médicos de esta especialidad son los dermatólogos.
La dermatología puede especializarse en varias ramas. Por una parte, la venereología, que se encarga de las enfermedades de transmisión sexual. Por otra, la flebología, que estudia todo lo relacionado con las patologías del sistema venoso superficial. Y finalmente, la dermatología cosmética, que se centra en tratamientos estéticos y está relacionada con la FP de Imagen Personal.
Un dermatólogo es un profesional sanitario especializado en dermatología. Estos profesionales diagnostican las dolencias del paciente en piel, mucosas, uñas y pelo y proponen el tratamiento más adecuado para combatirlas.
Pero también se encargan de supervisar el proceso de mejora y de realizar operaciones quirúrgicas. Entre ellas, una de las técnicas que dominan es la cirugía de Mohs vinculada al cáncer de piel.
Además, realizan tareas de prevención y de seguimiento de sus pacientes, especialmente en todo lo relacionado con la detección de melanomas.
Como en cualquier especialidad sanitaria, para ser dermatólogo se necesita una formación específica y muy cualificada. Estos profesionales deben tener conocimientos de cirugía, reumatología, inmunología y enfermedades infecciosas, entre otros.
Para convertirte en uno de estos profesionales necesitas primero cursar el grado en Medicina con la especialización de dermatología.
Una vez que hayas cursado tus estudios de grado, podrás ampliar tus competencias con un máster en Medicina. De este modo conseguirás acceder a nuevos conocimientos sobre enfermedades y dolencias relacionadas con esta especialidad. Por ejemplo, los procesos de somatización del cuerpo ante algunos trastornos psicológicos o cómo reacciona la piel ante determinadas alergias.
Como todos los profesionales de la salud, un dermatólogo tiene muy buenas perspectivas de encontrar un empleo estable. De hecho, algunas previsiones indican que la demanda de estos profesionales crecerá en torno a un 15% hasta los próximos 3 años. Y es que las carreras de la rama sanitaria están entre las más demandadas por el mercado laboral.
Si quieres dedicarte a esta profesión, debes saber que podrás trabajar en la sanidad pública. Pero también en clínicas privadas e incluso crear tu propio negocio.
El salario que perciben estos profesionales varía dependiendo de sus años de experiencia, la subespecialidad que hayan elegido o la formación adicional que hayan cursado. Sin embargo, pueden calcularse unas ganancias medias en torno a los 50.000 € anuales.
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