Ser profesor es una de las profesiones con mayor responsabilidad. Si decides embacarte en esta trayectoria, las futuras generaciones dependerán de ti. Y lo bien o mal que desarrolles y te impliques en tu labor marcará, de cierta manera, parte de su pensamiento. Es una profesión que está muy ligada a la vocación. De hecho, sin vocación solo crearas alumnos frustrados que no creen en tu materia ni en la función que ejerces sobre ellos. Así que piénsatelo bien.
¿En qué consiste su labor?
Los profesores imparten clases de una determinada asignatura a un grupo de alumnos. A partir de estos seminarios, realizan exámenes que posteriormente califican analizando los nuevos conocimientos de sus estudiantes.
La figura del profesor supone un apoyo intelectual, personal y moral para los jóvenes. Una de sus cualidades fundamentales es la capacidad de adaptarse al nivel heterogéneo de los diferentes alumnos de una clase. Cada uno de ellos posee unas capacidades u otras y una mayor o menor facilidad para entender ciertos conceptos respecto a otros. Por este motivo, el profesor debe ejercer de punto intermedio y adaptar sus clases a ambos grupos, sin que resulten aburridas para unos ni imposibles para otros.
Debe fomentar el trabajo en equipo y el compañerismo, fundamental para la vida profesional. Otro de los aspectos más importantes es su deber de inducir en los alumnos buenos valores para que, el día de mañana, se conviertan en buenas personas. También mantiene el contacto con los padres de sus estudiantes para informar sobre su progreso y aumentar la implicación en sus labores.
¿Qué debes estudiar para ser profesor?
Lo primero que debes saber es que los niveles académicos requeridos varían en función del ámbito al que vayas a opositar:
• Si es para profesor de formación profesional, debes poseer el título de Diplomado Universitario, Arquitecto Técnico, Ingeniero Técnico o el Título de Grado que corresponda a la especialidad a la que te vayas a dedicar.
• Si es para profesor de secundaria necesitas el título de Doctor, Licenciado, Ingeniero, Arquitecto o el título de Grado correspondiente a la especialidad a la que te presentes.
Aunque no hay especificaciones sobre grados concretos requeridos, deben estar asociados a la rama a la que quieras dedicarte. Es decir, que si quieres ser, por ejemplo, profesor de lengua, conviene que estudies grados como Filología o Literatura, entre otras, vinculados a la asignatura que deseas impartir.
Una vez que hayas acabado tus estudios, necesitas superar el Máster Oficial en Formación del Profesorado y hacerte con el título, solo así podrás ejercer la docencia. Ahora ya puedes ejercer tu profesión en centros privados, pero si lo que quieres es desarrollarte en el ámbito público, te queda un último paso para conseguirlo: las oposiciones a profesor. Entra en el enlace y descubre toda la información sobre este proceso de selección.
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