El director supervisa la explotación de todos los servicios que ofrece el hotel (restauración, alojamiento, programas de animación….). Se encarga de buscar los proveedores más adecuados y rentables para el establecimiento, y de que todos los equipos trabajen correctamente coordinados para mantener un buen nivel de calidad tanto en instalaciones como en servicios. Parte de su trabajo consiste en establecer la política comercial, de marketing y comunicación: planifica los objetivos cuantitativos y cualitativos a los que se quiere llegar, realiza previsiones de venta y elabora los presupuestos anuales. También representa al hotel en eventos y presentaciones, y plantea acciones para fidelizar a los clientes.
En nuestro país hay una amplia tradición en el campo de la formación dentro del sector turístico en general y de la dirección de hoteles en particular. Una de las vías más habituales para formarse como director de hotel es estudiar un Grado en Turismo y luego cursar un Máster de Especialización en Dirección Hotelera. Un 43% de los titulados en Turismo se especializan después en algún área de negocio cursando un postgrado.
>> Grados Universitarios Oficiales en Turismo
>> Másters de Especialización en Dirección Hotelera
Otra opción interesante es cursar una carrera privada. Varias Universidades, Escuelas de Hostelería y otros centros especializados imparten títulos propios en Dirección Hotelera en nuestro país.
>> Carreras de Dirección Hotelera
Durante el pasado año más de 83 millones de viajeros se alojaron en los 19.149 hoteles que hay registrados en nuestro país. Hoteles, hostales y apartahoteles, en sus diversas categorías, son la principal fuente de empleo para estos profesionales. Aunque también están capacitados para dirigir otros alojamientos como campings, balnearios o casas rurales. Los alojamientos rurales han crecido sin parar en los últimos años y son una de las áreas emergentes en el sector turístico. El sueldo que perciben estos profesionales varía mucho en función de la categoría que tenga el hotel, y puede ir desde los 29.000 euros de media que suelen cobrar en un hotel de tres estrellas hasta los 120.000 que pueden alcanzar dirigiendo un alojamiento de lujo.
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