Desde el proceso de diseño hasta el de construcción, hay una serie de pasos indispensables que aplicar para asegurar que tanto los aspectos estéticos como funcionales de un producto cumplan con las expectativas planteadas. Es justamente entre una y otra de las fases mencionadas donde se aplica la función del maquetista.
A partir de un diseño, que puede ser de un producto concreto, un edificio o una estructura, entre muchos otros, el maquetista estudia los planos y da vida al diseño mediante la creación de una maqueta a escala. Esta labor la lleva a cabo utilizando diversos materiales que dependen en gran medida de los requerimientos del diseño y la propia practicidad del material a utilizar. Dependiendo de estos factores, el maquetista trabaja con madera, plástico, cartón, pvc, metal, yeso, etc., con el objetivo de conseguir un acabado fidedigno que ayude a su cliente a tomar una decisión final con respecto a la construcción o puesta en marcha del producto.
La utilidad de esta fase previa es la de comprobar que los planos o el diseño se ajustan verdaderamente a la pretensión que se tenía con él. Es por eso que, comprobar de primera mano si cumple con lo que se quería conseguir, es un paso vital antes de iniciar la fase de construcción o producción.
Los profesionales maquetistas deben contar con una serie de inquietudes y habilidades que los ayuden a progresar y desempeñarse correctamente en este campo.
Para empezar, las habilidades creativas y manuales serán dos pilares esenciales en el trabajo de cualquier maquetista, puesto que, además de construir la maqueta, su propia visión creativa también será de gran ayuda a los diseñadores.
Otro elemento a potenciar son los relacionados con la inteligencia visual y espacial, dos conceptos íntimamente ligados a la capacidad de plasmar lo que se visualiza de forma fidedigna. Asimismo, aunque este factor va más relacionado con la experiencia, el conocimiento de los materiales que se trabajan será muy necesario para poder moldearlo según se requiera y usar el más conveniente según el proyecto que vaya a realizarse.
Para poder desempeñar esta profesión cuentas con múltiples opciones formativas. A nivel de Formación Profesional, el título de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en Modelismo y Maquetismo te será de gran utilidad para sentar las bases de la profesión y desempeñarte como maquetista.
Asimismo, si tu intención es elegir un grado universitario, el Grado en Diseño Gráfico es una buena elección con la que conocer todas las fases del proceso y poder llevar a cabo tus propios diseños. Otra opción muy útil es la de realizar un máster de especialización una vez acabados tus estudios universitarios.
Los másteres en maquetismo están especialmente ideados para enseñarte a aplicar tus conocimientos artísticos hacia la creación de estructuras en 3D y la utilización de diversos materiales.
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