A qué se dedica un Key Account Manager
Un Key Account Manager (KAM) es uno de los perfiles más importantes en el departamento de marketing y ventas. En español se le conoce también como gestor de cuentas.
Se trata de profesionales que gestionan los clientes a través de los cuales la empresa obtiene su facturación más alta o que son estratégicos para el negocio. Cada uno de estos clientes es una cuenta.
Su misión principal es fidelizar a estos grandes clientes. Es decir, hacer que prefieran seguir trabajando con la empresa a largo plazo y no acudan a la competencia. En este sentido, se trata de personal imprescindible.
Cuáles son sus funciones específicas
Dentro de la misión general de mantener a los clientes estratégicos de una empresa, un Key Account Manager tiene unas funciones concretas:
- Gestionan la información: Analizan la situación del mercado y conocen perfectamente los productos o servicios de la empresa para la que trabajan. Con estos datos, individualizan las debilidades y fortalezas del negocio.
- Administran las relaciones con los clientes: En base a la información anterior establecen relaciones de confianza con las personas responsables de cada cuenta. Se encargan también de solucionar las incidencias que puedan surgir con ellos.
- Impulsan la marca: Trabajan junto al resto de profesionales del departamento de marketing para afianzar y potenciar la posición de la empresa en el mercado. Diseñan e implementan estrategias de venta y posicionamiento.
- Lideran equipos: De la función anterior se deduce que estos profesionales no trabajan solos, sino en equipo. Pero ellos son quienes están a la cabeza del grupo de trabajo. Es importante aprender a liderar.
Cómo formarte para convertirte en uno de ellos
Un Key Account Manager es un profesional dedicado al marketing y posicionado en los puestos más altos de la empresa. De ahí que su formación tenga que ser sólida.
Deben tener un Grado en Marketing, con el que adquieren las competencias y conocimientos imprescindibles para desarrollar la profesión. Después de licenciarse, lo más conveniente suele ser cursar un máster que les permita especializarse. No solo en las funciones concretas de la profesión, sino también en las competencias específicas dependiendo del tipo de empresa para la que trabajen.
Con esta formación y con una serie de habilidades imprescindibles en marketing podrás convertirte en uno de estos profesionales. Entre estas habilidades destaca la de comunicación; para poder establecer una relación sólida con los clientes. También la de negociación, para poder llegar al mejor acuerdo para ambas partes.
Unida a las anteriores están las de resolución de problemas y la de proactividad. En la medida en que toda negociación es básicamente una resolución de conflictos y que deben diseñar las estrategias de negocio de la empresa que más beneficios le aportan.
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