Los notarios son profesionales del derecho que ofrecen a la ciudadanía seguridad jurídica. Son funcionarios públicos y trabajan también en régimen de competencia. Es decir, como los abogados, puedes elegir a qué notario dirigirte. Pero sus honorarios están establecidos por ley.
Estos profesionales asesoran a particulares y empresas y garantizan que contratos o negocios se ajusten a la legalidad. Por tanto, garantizan que los documentos firmados por ellos se ajustan a derecho. Entre estos documentos se encuentran ventas de inmuebles, hipotecas, testamentos o creación de sociedades. Es decir, se desenvuelven en varias ramas del derecho.
Antes de redactar o supervisar un documento, el notario te asesorará sin coste y te indicará el mejor procedimiento, los impuestos que habrás de pagar y sus propios honorarios.
Los notarios se organizan en Colegios por Comunidades Autónomas. Los Decanos de estos Colegios conforman el Consejo General del Notariado, con competencias a nivel nacional.
Para convertirte en notario debes haber superado tus estudios de grado en Derecho. Puedes haber hecho también un doctorado o un máster especializado en algunas de las ramas del Derecho.
Finalizados tus estudios, deberás superar unas oposiciones, las del Grupo A. Las más complejas. Como media, prepararlas suele llevar ocho años. El temario incluye todo el derecho positivo español, incluido el Foral. Con especial atención a las materias que deberás aplicar y que te convierten en un especialista. Por ejemplo, dentro del Derecho Civil deberás conocer también el Derecho Internacional Privado. Y también la legislación fiscal.
Estas oposiciones constan de cuatro ejercicios: los dos primeros son orales, los dos últimos, escritos.
Síguenos en nuestras RRSS
Lo más leído
Contenido relacionado
2 de diciembre de 2021