Según el Diccionario de la Real Academia, la pereza es el aburrimiento ante las propias obligaciones o el descuido de las mismas. Es decir, no hacer las tareas que debemos afrontar o hacerlas con desgana.
En muchos casos, la pereza está relacionada con la falta de motivación. También con situaciones en las que la carga de trabajo es tal, que nos sobrepasa y no sabemos cómo hacerle frente. También puede estar provocada por agotamiento, tristeza o mala gestión del tiempo.
Tiene dos consecuencias directas. Por una parte, la posposición de lo que debemos hacer. Lo que conduce a la acumulación del trabajo. Por otra, hacer lo que debemos con desgana. Esto se traduce en más errores y en más aburrimiento. Ambas llevan a lo mismo: el empeoramiento de la situación.
Una de las claves para vencer la pereza es estar motivado. Si tú no lo estás, lo primero que debes hacer es recuperar las ganas de estudiar, es decir, tu motivación.
Piensa en los beneficios que obtendrás al sacar la plaza. Conciénciate de que estudiar unas oposiciones no dura para siempre, que se trata de una fase. Y de que, aunque requiere esfuerzo, merecerá la pena. En lugar de pensar continuamente en lo que te cuesta, piensa en lo que vas a conseguir. Dale la vuelta a los ciclos recurrentes de tus pensamientos.
Para que no te sientas aplastado por las cosas que tienes que hacer, divide las tareas en otras más pequeñas. Cada vez que realices una te sentirás mejor, y por lo tanto, más motivado.
Como toda carrera de fondo, estudiar unas oposiciones requiere disciplina. Pero esta no es sinónimo de sufrimiento, sino de organización y método. Está estrechamente relacionada con la responsabilidad y con la honestidad con uno mismo. Se trata básicamente de comprometerte con la situación en la que te encuentras y no mentirte. Es clave para vencer la pereza.
Se adquiere con el establecimiento de una rutina en base a la consecución de una serie de objetivos. Para ello, haz un planning para estudiar las oposiciones. Organiza tus horarios de estudio y de descanso, dejando siempre un cierto espacio para la flexibilidad. Siempre ocurren imprevistos y también hay que hacerles frente.
En algunos casos tendrás que recurrir a la fuerza de voluntad, pero a medida que te habitúes, te será cada vez más fácil. Evita también las distracciones, por ejemplo, con apps que te ayudarán a concentrarte mejor.
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24 de septiembre de 2024