Las convocatorias de las oposiciones se publican en los Boletines Oficiales del Estado, ya sean autonómicos o provinciales. En ellas se dispone toda la información vinculada a la oposición: el puesto de trabajo, el organismo público, el número de plazas, el plazo disponible para presentarse y el Boletín en el que se publicarán las bases de la convocatoria. En las convocatorias nacionales, se publican las bases junto a la propia convocatoria.
Las bases de la convocatoria son las instrucciones del proceso de selección. En ellas se especifican los requisitos específicos que han de tener los candidatos para poder opositar a un determinado puesto, cómo se presenta la instancia, cómo se han de abonar las tasas de la convocatoria, cuáles son las pruebas concretas con las que contará la oposición y el temario a estudiar y dónde se publicarán las informaciones sucesivas de la convocatoria.
Los procesos de selección en una oposición
El sistema de selección puede ser de tres tipos diferentes:
- Oposición libre: la selección de los candidatos se lleva a cabo mediante una serie de pruebas que pueden ser tanto teóricas como prácticas. Suelen incluir test psicotécnicos.
- Concurso: se tienen en cuenta los méritos de los candidatos, entendiéndose como méritos la experiencia laboral, estudios, expediente académico… En las bases de la convocatoria aparecen los méritos a los que se puede apelar para la oposición y la puntuación que conlleva cada uno de ellos.
- Oposición – Concurso: este tipo de selección combina los dos procesos anteriores.
Cómo son las pruebas
Las pruebas que se realizan en estos procesos de selección son muy diversas y en todo caso dependen del cargo y la categoría a la que el candidato se presente. Aun así, suelen seguir unas líneas generales en las que podemos encontrar:
- Preguntas de desarrollo: suelen ofrecer varias opciones a escoger y se puntúan sobre 10 puntos. Este tipo de pruebas son calificadas por cada miembro del tribunal, de forma que la nota final responde a una media de todas las puntuaciones.
- Test: se formulan preguntas tipo test a partir del temario de la oposición. Estas vienen acompañadas de varias opciones de respuesta en la que únicamente una es correcta. En ocasiones, las respuestas erróneas restan puntos a la nota final.
- Pruebas físicas: en algunas oposiciones (bombero, policía…) se requiere superar determinadas pruebas físicas necesarias para el cargo a opositar. Entre ellas se examina la fuerza, la velocidad, la resistencia…
- Psicotécnicos: estos exámenes son muy variables y su finalidad es descubrir las aptitudes de los candidatos, su personalidad, su nivel intelectual o sus competencias para definir quiénes son los más adecuados para el puesto.
- Casos Prácticos: se simulan situaciones habituales del cargo al que se oposita para analizar el modo de actuación del candidato ante determinadas situaciones.
- Entrevistas personales: suelen ser claves para el proceso selectivo. En ellas se valora el perfil psicológico del opositor.
- Reconocimiento médico: suele ir ligado a las oposiciones de cuerpos especiales y consiste en un informe médico completo para analizar si el candidato está en las condiciones adecuadas para ejercer el cargo.
- Prueba de idioma: suelen ser de carácter voluntario y sirven para subir puntos.
Razones por las que estudiar una oposición
Aquí tienes algunas razones que te convencerán si estás pensando en prepararte una oposición.
• Empleo estable y sólido
• Salario digno que se revisa de forma continua
• Buenos horarios
• Pagas extras
• Seguridad laboral
Puede que aún tengas algunas dudas en referencia a las oposiciones, como cuáles son sus fases, a qué profesiones puedes opositar, qué es un empleado público… o simplemente necesites algún consejo para preparar este proceso selectivo. No te preocupes, entra y entérate.
Síguenos en nuestras RRSS
Te puede interesar
Contenido relacionado