Opositar es una opción por la que mucha gente se decide, especialmente aquellas personas que quieren tener estabilidad laboral. Una oposición es un proceso de selección que sirve para entrar a trabajar en las distintas administraciones públicas. Estas pueden ser locales, autonómicas, estatales o incluso internacionales. ¿Conlleva un esfuerzo? Por supuesto, pero merecerá la pena si lo deseas.
¿Qué titulación hay que tener para opositar?
Esta pregunta no tiene una única respuesta, ya que hay tres grupos distintos (A, B y C) que se dividen a su vez en dos subgrupos. De este modo, para las oposiciones del grupo A deberás tener una titulación superior, mientras que para las del grupo C se te exigirá el graduado escolar o, como mucho, el bachillerato. Lo mejor que puedes hacer es consultar los requisitos concretos que tiene la oposición a la que te quieres presentar.
¿Opositar o no?
Opositar es, por lo general, un proceso duro. Conlleva mucho esfuerzo y tiempo de estudio, de modo que es normal que en algunos momentos te entren incluso ganas de rendirte. En este sentido, es importante que cuentes con una buena técnica de estudio, una buena motivación e incluso que recurras a un preparador o a un centro que te ayude a superar esta prueba.
Ahora bien, aunque supone mucho sacrificio también cuenta con grandes ventajas. Piensa que trabajarás en aquello que deseas y que contarás con un empleo y unos ingresos económicos estables.
Antes de decidirte a opositar, hay una serie de preguntas que conviene que te hagas: ¿dispones de tiempo suficiente para estudiar?, ¿cuentas con la motivación necesaria?, ¿tienes recursos económicos para mantenerte mientras opositas?, ¿tienes claro qué tipo de oposición quieres realizar? Para responder a esta última pregunta, necesitas informarte convenientemente.
¿Qué oposiciones hay?
Hay muchos tipos de oposiciones. Algunas de las opciones con las que cuentas son las siguientes:
– Gestión procesal y administrativa: estas oposiciones se convocan una vez al año y te capacitan para trabajar en la actividad procesal de nivel superior.
– Auxiliar de bibliotecas y archivos: puedes prepararte para ser auxiliar de archivo o técnico auxiliar de biblioteca. En definitiva, podrás conseguir un trabajo como funcionario en una biblioteca pública.
– Interventores y auditores del Estado: esta opción pertenece al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y te permite, entre otras cosas, ser auditor en el sector público.
– Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa de la Administración de Justicia: tendrás que formarte en materias relacionadas con el derecho constitucional y el procedimiento judicial, entre otras.
– Auxiliar administrativo en Osakidetza (Servicio Vasco de Salud): a estas oposiciones puedes presentarte solo con el graduado escolar. Lo que harás será ocuparte de las tareas de oficina de este organismo.
– Secretarios-interventores de la Administración local: te encargarás de tareas como la contabilidad y la asesoría jurídica de la Administración para la que entres a trabajar. Puede ser una corporación local o el ayuntamiento de una localidad de hasta 5000 habitantes.
Estas son algunas de las opciones que tienes para opositar. Ahora que ya las conoces, puedes tomar la decisión más fácilmente. Si crees que merece la pena el esfuerzo no lo dudes. Como ves, hay muchos tipos de empleado público, solo tienes que elegir cuál quieres ser tú e ir a por todas.
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