En la pedagogía moderna, las diferentes técnicas de enseñanza están pensadas para adaptarse a los requerimientos de los estudiantes desde un enfoque adecuado a sus necesidades. En lo que respecta al desarrollo de competencias, la metodología PLaSMaRÁ se basa en estructurar las sesiones de estudio de una forma determinada que favorece tanto el aprendizaje como la retención.
Para empezar a aplicarla, debes tener en cuenta las fases que componen el proceso completo.
El primer paso para implementar el método PLaSMaRÁ consiste en una lectura completa del material que debes estudiar. De esta forma, podrás empezar a formar una idea acerca de los contenidos, cómo se estructuran y qué conceptos has podido entender con mayor o menor facilidad.
Ten en cuenta que este primer paso solo trata de conseguir que entiendas de qué manera se estructurará tu aprendizaje, por lo que no intentes memorizar nada a la fuerza ni tomes apuntes.
El siguiente paso se basa en una lectura más concienzuda del tema que pretendes aprender. Como es natural, para poder empezar a comprender más fácilmente los conceptos, deberás leer con detenimiento y avanzar por los contenidos de una manera más meticulosa.
Trata de anotar qué partes te resultan más complicadas de entender y señala conceptos que creas que son importantes.
Una vez comprendes mejor los contenidos, es hora de destacar los conceptos más importantes. Dependiendo del método que te resulte más cómodo, deberás señalar los fragmentos del texto que ayuden a comprender la información de manera sencilla y concisa.
Este paso seguro que te es conocido, y es que es el más común en cualquier técnica de estudio. Se trata de que, mediante los apuntes que has reunido, consigas retener la mayor información posible de los resúmenes realizados en el texto.
Trata de planificar los pasos anteriores con suficiente antelación, puesto que este método será el que más tiempo de estudio requiera.
El método PLaSMaRÁ establece que, para constatar que has sido capaz de retener e integrar el aprendizaje, debes realizar repasos cada tres días. De esta manera te aseguras de haber entendido la información y de no olvidar ningún concepto importante.
Intenta no sobrepasar el límite de tres días para no saturarte y perder el tiempo repasando una y otra vez conceptos que ya sabes.
Una vez hayas aprendido el contenido que necesitabas, pon a prueba tus conocimientos. Mediante la realización de simulacros o exámenes de oposiciones de otros años, podrás comprobar tus resultados ajustándote a una medida real. Hecho que te ayudará a ser consciente de qué áreas debes reforzar en la fase de memorización.
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