Cómo aplicar el Método Kaizen en la preparación de oposiciones

Tras la II Guerra Mundial, los procesos de reindustrialización en todo el mundo pusieron en marcha diferentes estrategias en miles de compañías. Japón fue un país pionero, ya que, apoyándose en parte en capital extranjero, destinó enormes cantidades de recursos humanos y técnicos para conseguir el levantamiento de su industria.

Es entonces cuando surgen las técnicas del Método Kaizen, un término japonés que podemos traducir como “cambio a mejor”. Posteriormente, esta estrategia se ha extendido por todo el mundo, y hoy en día se aplica en multitud de empresas y multinacionales en búsqueda de la mejora continua de cualquier proceso industrial.

El método Kaizen se basa en el llamado “ciclo PDCA”:

• Planificar (PLAN)
• Hacer (DO)
• Comprobar (CHECK)
• Actuar (ACT)

Este ciclo no se interrumpe jamás, y va generando cambios y mejoras en el mismo de forma continuada. Además, muchas empresas japonesas han mejorado esta propuesta incorporando otras series o ciclos de tareas básicas relacionadas, principalmente, con la instrumentación, la maquinaria o las herramientas utilizadas en cada proceso. Se trata, en definitiva, de desarrollar todo lo posible un procedimiento a través de un feedback constructivo y continuo, así como de cuidar al detalle los recursos con los que contamos.

Utilizar el Método Kaizen en la preparación de oposiciones

Podemos pensar que un proceso industrial no tiene nada que ver con los hábitos de estudio, pero nada más lejos de la realidad. En ambos casos, nos marcamos unos objetivos y establecemos una estrategia, una planificación. Igualmente, utilizamos unas herramientas para ejecutar las tareas diarias y tenemos unos resultados. Como puedes ver, existen enormes semejanzas. Simplemente tendremos que aplicar la finalidad del Método Kaizen: la mejora continua del proceso de estudio para preparar una oposición.

En este sentido, aplicaríamos el ciclo PDCA de la siguiente forma:

1. Planificar (PLAN): Organiza el proceso de estudio. Para ello, establece tus objetivos, así como la planificación y las técnicas que pondrás en marcha. Recuerda tener en cuenta las herramientas a utilizar. Busca o elabora los materiales necesarios: esquemas, resúmenes, gráficas, así como manuales de estudio, libros, normativas legales, publicaciones sectoriales o cualquier otro similar.
2. Hacer (DO): El momento de ponerse a estudiar. Ahora es imprescindible ceñirse a la planificación y a las técnicas concretas escogidas. En este apartado, la gestión del tiempo y la resiliencia mental serán claves para conseguir los hitos propuestos.
3. Comprobar (CHECK): Es el corazón del método. Controla en todo momento que estés cumpliendo con los objetivos. Además, tratándose de una oposición, debes examinar tu avance. Realizar pruebas periódicas de autoevaluación te ayudará a chequear si están en el buen camino.
4. Actuar (ACT): Si los objetivos no se cumplen o los resultados no son los esperados, replantea tu planificación e introduce los cambios oportunos para alcanzar esa mejora continua que te propone el Método Kaizen. Adaptabilidad y flexibilidad para reconducir tu estrategia.

Como puedes observar, el exitoso Método Kaizen no solo puede adaptarse a las oposiciones, también los puedes emplear en cualquier proceso humano en el que estemos buscando constantemente mejorar y obtener los mejores resultados posibles.