|| 1. || No te guíes solo por el título del máster
El nombre de un programa es un indicativo que todos tenemos en cuenta a la hora de elegir postgrado, pero lo ideal es ir un poco más allá y averiguar qué materias incluye el plan de estudios y cuáles tienen un carácter más práctico o más teórico. “Hay que considerar elegir un centro donde se den las herramientas necesarias para una formación continua y basada en la realidad del mercado», recomiendan desde IEBS Business School. «La metodología y el modelo de aprendizaje tienen un pilar fundamental: el aprendizaje práctico -añaden desde esta escuela de negocios especializada en innovación y emprendimiento-. Para aprender se necesita, sobre todo, ir acumulando experiencias a partir de la práctica que se puedan reutilizar en el futuro«.
Además, también deberías informarte sobre la duración de los estudios (normalmente, suelen extenderse durante un período de entre 1 y 2 años), su modalidad (presencial, semipresencial y/o online) y el horario de las clases (full time, part-time, intensivo, etc.). La Universidad Isabel I indica que “vivimos en una era digital, y es necesario que la universidad actual se adapte a esta realidad. Poder acceder al aula desde cualquier lugar, en cualquier momento y a través de cualquier dispositivo que nos permita optimizar el tiempo del que dispone el alumno es sin duda un plus en cualquier universidad”.
|| 2. || Prestigio del centro
En los procesos de selección de personal, los departamentos de recursos humanos de las empresas suelen tener en cuenta el centro de estudios donde el candidato ha realizado su formación. Si quieres averiguar el grado de prestigio social de una entidad formativa puedes tener en cuenta varias variables: ¿está especializado en un área de estudio en particular? ¿Aparece en los rankings que publican las revistas especializadas? ¿Sus graduados ocupan puestos de responsabilidad en empresas relevantes?
La vinculación que el centro tiene con otras universidades o asociaciones también es otro indicativo del prestigio de sus titulaciones. Cuando un centro está respaldado por otro de prestigio ofrece a sus alumnos un sello de garantía de calidad y fiabilidad. “Es fundamental tener en cuenta la titulación que se consigue al término de la formación -aseguran desde la escuela de negocios Inesem Business School-. En este sentido, en Inesem, por ejemplo, ofrecemos cursos y másteres acreditados por entidades como la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Antonio de Nebrija».
|| 3. || Requisitos de admisión
Una vez tengas una selección previa de centros, llega el momento de comprobar si cumples todos los requisitos necesarios para ser admitido en el máster. Normalmente, se exige un título universitario, pero esto puede variar según el centro. Por lo general, cuanto mayor prestigio tiene un centro, más difíciles son los requisitos que hay que cumplir para acceder a él. En el caso de universidades públicas, el baremo que suelen tener en cuenta es la nota media obtenida en la carrera, mientras que en los centros privados de mayor calidad, además del expediente académico de los candidatos, pueden solicitarte hacer alguna prueba de conocimientos y/o entrevista personal.
|| 4. || CV de los profesores
El claustro de profesores es uno de los pilares más importantes sobre los que recae gran parte del peso (y del éxito) de un máster. Ellos son los encargados de transmitirte y dotarte de los conocimientos necesarios para que tú luego puedas desenvolverte con seguridad en tu vida profesional.
Aunque puede variar mucho según el perfil, lo ideal es que el equipo docente esté compuesto por profesores que compatibilicen docencia y trabajo activo en el sector profesional del que son expertos. La teoría, llevada a la práctica, es lo que hace que los conocimientos se asienten, se revisen y se vuelvan a asentar. Si tu profesor te facilita esta labor, tendrás un valor añadido y diferenciador cuando tengas que llevar a la práctica tus conocimientos.
|| 5. || Programa de prácticas y bolsa de empleo
La posibilidad de que el centro de estudios te facilite el acceso al mercado laboral es otro de los aspectos más decisivos. “Hay que valorar qué puertas abrirá el postgrado en términos de empleo, bien sea para incorporarse al mercado laboral o para reciclarse profesionalmente”, recomiendan desde la Fundación Universidad-Empresa de la Universitat de València (ADEIT).
Por eso, antes de tomar una decisión, resulta fundamental que te informes sobre si el centro de postgrado te facilita la realización de prácticas en empresas y el tipo de instituciones y organizaciones con las que tiene convenios de colaboración.
Además, un centro de formación de prestigio suele contar con una buena bolsa de trabajo o servicio de orientación para el empleo. Y «debe ofrecer sesiones de networking en las que los alumnos puedan conocer a profesionales del sector”, añaden los expertos del centro IMF Business School.
|| 6. || ¿Cuál es tu presupuesto?
Una de las principales barreras con las que puede que te encuentres será el precio del programa de postgrado, por eso debes valorar la relación calidad-precio de lo que te ofrecen, así te asegurarás de que la inversión vale la pena. Haz una estimación global de lo que te costará todo (matrícula, tasas, seguro, libros, comida, transporte, vivienda…) y valora si los gastos se ajustan a tus posibilidades económicas.
Asimismo, casi todos los centros ponen a disposición de sus alumnos distintas formas de pago (plazos, descuentos, etc.), sistemas de financiación y becas para ayudarte a hacer más llevadero el coste del máster.
|| 7. || Opiniones de alumnos y profesionales
Otra de los pasos previos que te conviene dar antes de elegir centro pasa por preguntar sobre su experiencia a alguna persona que ya haya estudiado en el centro en cuestión, o a profesionales que hayan reclutado a alguno de sus antiguos alumnos. Tal y como aseguran en la escuela de alta dirección hotelera Les Roches, “el valor de un centro solo se conoce realmente profundizando en su conocimiento más allá de la publicidad y para ello lo más valioso es preguntar a antiguos alumnos y profesionales de la industria al respecto. Al fin y al cabo, es una apuesta y una inversión importante para el futuro y el valor de una inversión no viene definido por su coste, sino por el retorno equivalente que aportará al éxito profesional del estudiante”.
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