Uno de los sesgos de género ya visibles en la ciencia es el no reconocimiento y la invisibilización de las mujeres en la investigación. Para muestra un botón: en los artículos académicos suele aparecer la primera letra del nombre y el apellido, con lo que no se sabe si es autor o autora. Sin referentes es complicado despertar en las niñas el deseo de estudiar esas carreras tradicionalmente asociadas a los niños. Ya sabes, astronauta, ingeniero en telecomunicaciones, programador o experto en física nuclear.
Gracias a la labor de ONU Mujeres, y a la creación del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, entre otros efemérides relacionados, la brecha va disminuyéndose. Pero queda mucho trabajo por hacer. Cada 11 de febrero se pretende reconocer las aportaciones de todas las mujeres que sí han estudiado y trabajado en las profesiones STEM. Este acrónimo recoge los cuatro ámbitos dominados por los perfiles masculinos: Ciencia (Science), Tecnología (Technology), (Ingeniería (Engineering) y Matemáticas (Mathematics).
Estos estudios han ocupado las peores posiciones en el ranking de paridad. Esto significa que las mujeres han estado infrarrepresentadas. Mientras que otras carreras como enfermería o educación se han feminizado, las STEM siguen siendo masculinas. Casualmente, estos estudios son los que están asociados a mejores ingresos profesionales. Y también coincide con las formaciones vinculadas a la transformación digital contemporánea. Desarrollador web, trabajo con IA, Big Data o Analytics son profesiones en las que los hombres son mayoritarios.
El sesgo de género no solo es cualitativo. Por desgracia puede medirse en datos como éste. Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
El mundo necesita más niñas en Formación Profesional y en la universidad que estudien para ser mujeres científicas. Así que todas las campañas que muestren el trabajo y la posibilidad efectiva de dedicar tus estudios y tu desarrollo profesional en el ámbito STEM son bienvenidas.
Además de las campañas de la ONU, cabe señalar también las propuestas de la UNESCO y de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). En el plano institucional, los canales suelen ser la elaboración de guías didácticas, también para el aula, o las exposiciones concentradas habitualmente alrededor del 8 de marzo o el 25 de noviembre.
Por suerte, también hay muchas asociaciones y organizaciones no gubernamentales trabajando para que este reconocimiento no caiga en otros sesgos. Por tanto, estos grupos visibilizan no solo las mujeres blancas y de clase media alta, sino las de otras etnias y de otros entornos económicos.
También existen cifras que avalan cómo la implementación de mecanismos que impulsan la igualdad de género y la formación de equipos diversos en las organizaciones representan, además, una enorme oportunidad de crecimiento económico. Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la presencia de mujeres en la toma de decisiones en las organizaciones puede incrementar hasta un 20% la rentabilidad empresarial, la innovación y la atracción de talento.
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