La edad y los estudios: un tabú a superar
Así mismo, la edad jamás será un problema para estudiar: adolescentes, jóvenes y adultos conviven en un ecosistema perfecto, equipos multidisciplinares que aportan diferentes perspectivas y diferentes enfoques. No hay un rango de edad para poder estudiar Formación Profesional y jamás lo hubo. Así mismo, no solo con la Formación Profesional. Los estudios y la edad jamás estuvieron ligados: nunca es tarde para aprender, el ser humano está en constante aprendizaje para mejorar, no solo a nivel laboral, sino también como persona. Necesitamos inquietudes, retos y nuevas metas en nuestra vida diaria para desarrollarnos emocional y profesionalmente.
El desarrollo académico implica a su vez, un desarrollo personal, que afecta de manera importante a nuestras emociones e inquietudes. Es por ello por lo que te animamos, tengas la edad que tengas, a iniciarte (o reincorporarte) al mundo de los estudios. Hay que dejar de aflorar tabús sobre que los jóvenes son los únicos que estudian. En los cursos de FP de grado medio o grado superior, así como muchísimas carreras, tenemos ese ejemplo de heterogeneidad.
El éxito de la Formación Profesional
Muchas líneas se han escrito ya sobre la Formación Profesional, y de muchos estudiantes que acaban encontrando en ese modelo de educación la mejor fórmula para el conocimiento y la incorporación laboral. Es una clara alternativa que aporta un conocimiento técnico exhaustivo sobre cada una de las materias estudiadas, así como la incorporación a un mundo laboral cada vez más competitivo, que exige experiencia y conocimiento. Es por ello que la Formación Profesional tiene mucho potencial a corto, medio y largo plazo.
En un mundo muy competitivo y un mercado laboral difícil, el diferenciarte y especializarte es la mejor arma para ganar competitividad en tu carrera profesional. La Formación Profesional permite especializarte a nivel académico y, sobre todo, adquirir competencias y práctica a nivel laboral. La Formación Profesional va dirigida, principalmente y de manera resumida, a dos tipos de personas:
- A aquellos que quieren dar un paso más allá, tanto en niveles superiores (de carrera a FP Grado Superior), como aquellos que quieren iniciarse en ese mundo después de Bachillerato o ESO (FP Grado Medio).
- A personas que aún desconocen o no tienen definido un sector o campo que les parezca interesante, porque nada les llama la atención. En este caso, gracias a la FP pueden adentrarse desde fuera (teoría académica) y desde dentro (práctica laboral) en un sector, y conocer bien cómo se trabaja en él antes de estudiar carreras, másteres o cursos especializados. No hay mejor manera para corroborar el interés en un tipo de trabajo o campo académico que trabajando en él.
No solo España exige más profesionales técnicos… también Europa
A su vez, el abanico para poder trabajar fuera de España es enorme. Los mercados extranjeros también tienen carencias de técnicos cualificados. Hay sectores donde, por la exigencia técnica del puesto laboral, la tenencia de una FP de grado medio o superior puede ser mejor visto que contar con una Ingeniería u otra carrera superior, independientemente de que tenga más o menos valor académico, porque se acopla mejor a las funciones del puesto.
Con el título de FP demostrarás conocimientos técnicos elevados y relacionados con la materia donde trabajarás. Habrás desarrollado las prácticas en el centro de trabajo, y la teoría en el centro de estudios. Contando con esa experiencia, tendrás más posibilidades de incorporarte en esa misma empresa donde realizaste las prácticas o bien, otra empresa de ese mismo sector.
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