Se entiende por abandono escolar el dejar los estudios antes de haber finalizado la etapa de educación secundaria. Esto es, el Bachillerato o un Ciclo Formativo de Grado Básico o Medio. Se incluye a la población entre 18 y 24 años que en las cuatro semanas previas a la realización de la encuesta continúa sin seguir ninguna clase de estudio o formación.
El nivel máximo de educación de estas personas se sitúa en la primera etapa de educación secundaria, conforme a los criterios de la CNED-14. Esta Clasificación Nacional de Educación se ajusta a la normativa europea para permitir la comparación de resultados con otros países del entorno. Con estos principios y en base a la Encuesta de Población Activa (EPA) se elabora cada año una estadística.
Para el año pasado, el porcentaje de abandono escolar se situaba en el 16%. Se trata de más de un punto de descenso en relación con el año anterior, 2019. Por primera vez los datos de España se acercan a la tasa máxima fijada por la Unión Europea para nuestro país en 2020, el 15%. Sin embargo, están aún lejos de alcanzar la cifra media de abandono escolar prematuro de la Unión, que se sitúa en el 10%. Cifra fijada como límite máximo para toda la UE.
Uno de los objetivos de la LOMLOE es alcanzar este porcentaje. Pese a todo, algunos expertos indican que la tasa de este año parece consolidar una tendencia a la baja. Por este motivo, prevén que las cifras del año próximo sean aún menores.
Uno de los valores que no han cambiado es el de la distribución por sexos. Son más los hombres que dejan los estudios (20,3%) que las mujeres (11,6%). Incluso en términos absolutos, un 74% más de varones que de mujeres dejaron sus estudios de forma prematura.
Por comunidades, solo tres se sitúan por debajo de la media europea: País Vasco (6,5%), Asturias (8,9%) y Cantabria (9,1%). Por su parte, las tres comunidades con el índice de abandono más alto son Melilla (25,5%), Ceuta (22,8%) y Andalucía (21,8%).
Los datos del año 2020 representan una bajada de hasta 14 puntos con respecto a 2008. Pero es a partir de 2010 cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) presenta los datos en gráficas. Gracias a ellas puede comprobarse que el abandono escolar en España desciende de forma regular, desde un 28,2% en 2010 a un 17,3% en 2019. Esta tendencia se muestra también por sexos. Si bien el número de hombres que deja los estudios es siempre mayor que el de mujeres, también aquí se muestra una tendencia a la baja.
En 2010 abandonaron la educación un 33,6% de hombres respecto a un 22,6% de mujeres. Mientras que en 2017 fue un 21,8% de hombres y un 14,5% de mujeres. Un descenso de 11,8 puntos para ellos y de 8,1 para ellas. El descenso es más acusado en los varones, pero sus cifras son más altas. Para los años 2018 y 2019 la tasa se mantuvo prácticamente igual para ellos, un 21,7% y un 21,4%, respectivamente. Pero siguió bajando en ellas, un 14% en 2018 y un 13% en 2019. Esto indica que son las mujeres las que hacen bajar la tasa de abandono escolar en nuestro país.
Los motivos por los que esto es así deben buscarse en varias causas distintas. Entre ellas está el más temprano acceso al mercado laboral de los hombres con respecto a las mujeres. Según los expertos, una de las opciones para atajar el abandono temprano de la educación es la FP.
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