Numerosas investigaciones, españolas y extranjeras, ponen de relieve la importancia del descanso en nuestra salud y nuestro rendimiento. Tanto en el trabajo como en los estudios. En el caso del aprendizaje, descansar es fundamental para poder comprender nuevos contenidos, para el buen desarrollo de la memoria y para la aplicación de lo aprendido.
Algunas estimaciones indican que hasta un 70% de los estudiantes tienen déficit de sueño. Esta privación de un buen descanso altera la percepción y dificulta la toma de decisiones. A ello se suma que las horas robadas al descanso nocturno impiden concentrarse durante el día. El consumo de estimulantes en estos casos, como la cafeína, solo tiene efectos a corto plazo.
Es muy habitual escuchar que durante el período de exámenes se duerme menos para estudiar. Pero las investigaciones revelan que los alumnos que descansan lo suficiente obtienen mejores notas. Utiliza este dato para aumentar la motivación para seguir estudiando.
Las personas necesitan diferentes horas de sueño. A algunas les basta con 7, otras necesitan 9. Lo normal es que para descansar bien se duerma una media de 8 horas al día. En cualquier caso, más de 3 días con menos horas de sueño tiene ya un impacto negativo en el rendimiento académico. Incluye tu descanso en el diagrama de Gant para planificar tus estudios.
Si durante el día has tenido mucha actividad o te estás acostumbrando al cambio horario, una pequeña siesta de no más de 30 minutos es lo más recomendable. Pero eso sí, no más de media hora y antes de las 16:00. De otro modo, tendrás problemas para dormir por la noche y no habrás solucionado nada.
Mantén una rutina de sueño, al menos durante los días lectivos. Vete a la cama y levántate siempre a la misma hora. Esto ayudará a tu cuerpo a tener un ritmo constante para dormir.
Haz ejercicio físico. Si practicas deporte por la tarde, que sea de tipo moderado. El cansancio físico excesivo impide conciliar el sueño.
Si tienes problemas para dormir, practica técnicas de relajación, como yoga, meditación o incluso mindfulness.
Se ha comprobado que la luz que emiten las pantallas dificulta conciliar el sueño. Lo más conveniente es no utilizar cualquier dispositivo con pantalla al menos una hora antes de irse a la cama. Eso incluye el móvil y el ordenador. Si no puedes o no quieres hacerlo, al menos utiliza la luz naranja (night shift).
No tomes ninguna bebida con cafeína a partir de la tarde. Si ya lo haces, los primeros días tendrás sueño. Pero esta sensación pasará al cabo de solo 3 días.
Acostúmbrate a descansar bien por las noches para rendir correctamente por el día. De otro modo, no conseguirás los resultados que esperas, aunque uses tips para mejorar tus notas.
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