Recientemente se ha celebrado el Salón para la Tecnología en la Enseñanza SIMO, donde se han presentado las últimas novedades en TIC para el aula. Esta edición se ha caracterizado por su madurez. Las TIC que realmente están funcionando en las clases se consolidan y desarrollan, pero las tecnologías que no tienen tanto éxito tienen menos presencia, por muy vistosas que parecieran en un principio.
Las TIC representan un entorno muy cambiante, donde es difícil aventurarse, pero ya se puede ir haciendo camino sobre metodologías probadas. Eso sí, siempre teniendo en cuenta las prácticas cibernéticas seguras para mantener a raya los peligros que conlleva su implantación.
Las clases pueden aprovechar las TIC para reforzar y adaptar los conocimientos. Algunas de las tecnologías que más se aplican son las siguientes:
• En la elaboración de contenidos. Pueden ser contenidos complementarios al libro de la materia o bien sustituir por completo este recurso. Los contenidos no solo los elaboran profesores, también pueden editarlos los alumnos. Se cuelgan en blogs, canales de vídeos (videoconferencias, videotutoriales…), en forma de videojuegos educativos donde se reconstruyen entornos o bien a través de plataformas educativas o aplicaciones específicamente diseñadas para generar contenidos.
• Con respecto a las comunicaciones. Las TIC se emplean para mantener el contacto entre alumnos y docentes, así como entre el centro y los docentes con los padres. Las faltas de asistencia, deberes, exámenes, horarios, excursiones y todo tipo de comunicaciones relevantes se pueden realizar a través de chats, mensajería, tablones virtuales e incluso aplicaciones diseñadas con este propósito. Además, se ha descubierto su utilidad en la detección y control de los casos de acoso escolar.
• En cuanto al trabajo colaborativo. Se pueden aprovechar las tecnologías para desarrollar un alumnado más proactivo, que participe en la materia y, por tanto, tome un papel activo en el aprendizaje. Hay plataformas y aplicaciones que facilitan este tipo de participación. Las pizarras digitales conectadas a las tablets de los alumnos también constituyen una herramienta muy útil en procesos colaborativos.
• También hay otras tecnologías. Quizá no son todavía las TIC más empleadas, pero ya van posicionándose como recursos con los que se cuenta cada vez más. Nos referimos a la impresión 3D, muy relacionada con la filosofía maker. Esta a su vez se relaciona con la robótica y la programación. Por otro lado, se está recurriendo a la realidad virtual para recrear entornos de los que los alumnos pueden extraer muchas enseñanzas.
Para el éxito de la implantación de las TIC en el aula, es preciso elaborar un plan o estrategia. Hay que definir el objetivo de cada tecnología, para qué se va a usar. Por otro lado, es imprescindible formar al profesorado y convenir los usos y las buenas prácticas de cada TIC. Además, hay que evaluar costes, tanto los del centro como los que les supone a cada familia y ver de qué forma se les puede hacer frente.
Una vez se ha puesto en marcha el plan, hay que hacer cada cierto tiempo una medición y análisis de resultados. Evaluar cómo influye en el rendimiento académico no debe ser el único objetivo. También hay que recoger las pegas y las mejoras que indiquen tanto los docentes como las familias y ver cómo puede ir prosperando el uso de las TIC en las aulas.
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3 de septiembre de 2024