Las bondades de la lectura recreativa
El estudio La lectura por placer: su incidencia en el rendimiento académico, las horas de televisión y las horas de videojuegos, elaborado por la Universitat Autònoma de Barcelona y por la Universidad Islas Baleares, concluye que la lectura por placer está más relacionada con sacar buenas notas que otras actividades de ocio, como ver la televisión o jugar a videojuegos.
Según se menciona en los antecedentes de este estudio, autores como J. Gil han llegado a demostrar en sus investigaciones que no solo hay evidencias de que tener un hábito lector influye a la hora de conseguir calificaciones más altas. Además, leer con frecuencia textos literarios repercute positivamente en ámbitos que parece que están alejados, como el matemático o el científico.
Otras clases de ocio, como la televisión y los videojuegos, no exigen el mismo grado de atención, inferencia, interpretación e integración de ideas que la lectura. Los alumnos que juegan con frecuencia a videojuegos leen, como promedio, un 30% menos que los que no los emplean, y por tanto, su rendimiento académico es peor. Esto es lo que concluye Cummings y Vandewater en sus investigaciones.
Aunque no es lo mismo la televisión que los videojuegos. Con respecto a estos últimos, hay voces discordantes que opinan que sí se trabajan determinadas habilidades que podrían ser beneficiosas para el rendimiento. Sin embargo, no se han observado mejoras sobre el rendimiento académico en el caso de la televisión.
Las principales conclusiones de este estudio son que los niños que ven más televisión, leen menos. Por otro lado, los que leen más, sacan mejores notas que los que dedican más tiempo a ver la televisión.
Algunas técnicas para animar a la lectura desde casa
Inculcar hábitos lectores es también tarea de las familias en el hogar, no solo de los colegios. Sin embargo, dentro de casa muchas veces se entretiene con TV y vídeos. Hay que desvincular la lectura de las connotaciones negativas. No se debe relacionar con los deberes y hay que hacerla atractiva, buscar la motivación para adentrarse en el texto. Por eso debe ser una lectura recreativa.
Para ello, puedes poner en práctica algunas de estas ideas:
- Organizar una biblioteca accesible, en la que los niños puedan seleccionar lecturas. Da importancia a este espacio, no lo dejes demasiado arrinconado o caótico.
- Planificar periódicamente una lectura. Por ejemplo, contar un cuento antes de dormir. Hacer que ese momento sea agradable y relajado. Que te vean disfrutar haciéndolo, que no se convierta en una tarea mecánica.
- Inventar un juego o una actividad en torno a un libro. Por ejemplo, hacer un blog con las entradas de los libros que se van leyendo, o bien un dibujo, o un cómic, o incluso una representación teatral de los personajes.
- Dar ejemplo. Es mucho más sencillo adquirir un hábito por imitación. Si tú lees, tus hijos leerán, eso es lo más probable.
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