La importancia de la música en la educación

La música es una disciplina que nos acompaña desde que éramos casi primates. Con una trayectoria tan asentada, no se puede considerar algo secundario para el ser humano. De hecho, son múltiples los estudios que demuestran sus efectos positivos para el desarrollo del individuo. A pesar de esto, desde 2015 ya no es una asignatura obligatoria. Asegúrate de que el colegio de tus hijos la oferta.

Los efectos positivos de la música en los niños

Uno de los primeros estudios sobre el efecto de la música en los niños lo llevó a cabo Alfred Tomatis a mediados del siglo XX. Personas con dificultades auditivas o del lenguaje conseguían avances significativos gracias a escuchar piezas de compositores clásicos. Es lo que se conoció como el efecto Tomatis. En los años noventa, Rauscher y colaboradores publican una investigación que se llevó a cabo sobre estudiantes universitarios. Se descubrió que mejoraban las notas e incrementaban incluso el cociente intelectual gracias a escuchar piezas de Mozart. Este fue el llamado efecto Mozart.

Desde entonces se han sucedido los estudios acerca de las consecuencias de la música sobre las capacidades intelectuales. Recientemente, se ha presentado un estudio de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA) sobre los efectos de la música en educación infantil. En concreto, en niños de 5 a 6 años. Se investigó sobre los beneficios de asistir a clases de música y, especialmente, aprender a practicarla y componerla. Las conclusiones son que aumenta las conexiones cerebrales y puede llegar a ser efectiva en el tratamiento de niños con hiperactividad, déficit de atención o incluso autismo.

Pero las bondades de la música no se reducen solo al ámbito intelectual. También inciden sobre la capacidad de socializar y de expresar emociones. Estos son aspectos decisivos para desenvolverse con éxito en el mundo que nos rodea y hacer frente a la resolución de problemas.

La música como asignatura ha perdido muchas horas de enseñanza

Podría darse el caso de que un niño superara toda la etapa obligatoria sin haber aprendido ni una sola nota. Con el cambio de la LOMCE, dejó de considerarse una asignatura obligatoria y pasó a engrosar la listas de las “asignaturas que distraen”, como las calificó el en aquel momento ministro Wert. La última decisión sobre su estatus la tuvieron las comunidades autónomas y todas se pusieron de acuerdo en protegerla de la desaparición, aunque la docencia es muy desigual según la comunidad en que se esté.

Por este motivo, en los últimos meses se están movilizando profesores, padres y alumnos mediante distintas acciones para conseguir más horas de enseñanza de esta disciplina. La que abrió la veda fue la petición en Change.org para que la música se considerara asignatura troncal en las etapas obligatorias del sistema educativo. Hasta la fecha se han alcanzado más de 22.000 apoyos. A partir de esta protesta, se han sucedido movilizaciones y acciones que reclaman que se devuelva a la materia de música el peso que tenía antes.