Para que el curso tenga un buen desarrollo es conveniente hacer una planificación en la que no se pueden olvidar estos puntos.
•Adentrarse poco a poco en las rutinas. Una semana antes es conveniente comenzar poco a poco a establecer los hábitos de sueño y comidas. Pero sin desaprovechar que aún hace buen tiempo y las obligaciones todavía no aprietan. Se pueden alargar un poco las vacaciones con los últimos días de piscina o para quedarse un rato más jugando en la calle.
• Dosificar las actividades. Antes de ponerse a elegir a qué actividades extraescolares se apuntarán durante el curso es aconsejable hacer un cálculo sobre los tiempos que ocupará cada actividad. Tener en cuenta no solo lo que les llevará la actividad propiamente dicha, sino también el tiempo de preparar el material o la equipación, y el de traslado hasta el lugar donde se desarrolle. Cabe preguntarse si es viable la cantidad de actividades de la agenda o si, por el contrario, niños y adultos llegan al viernes exhaustos por estar corriendo de un lado para otro durante toda la semana. Esto, en vez de estimular, será contraproducente. Para dar tiempo a cada tarea y poder disfrutarlas es preferible elegir una actividad extraescolar, a lo sumo dos a la semana. Sería conveniente reservar todos los días un tiempo para jugar después de salir del colegio y otro para hacer los deberes.
• Confeccionar un planning donde se colocarán los hitos del curso: exámenes, vacaciones, festivos, excursiones. Visualizar de un golpe de vista el calendario escolar ayudará a organizar los tiempos de estudio y dosificar la duración que tiene cada actividad.
• Proponer una reunión trimestral con el tutor para saber cómo va nuestro hijo. Saber cómo va el curso ayudará a detectar carencias o dificultades que se podrán corregir a tiempo. Implicarse en el aprendizaje, despertar la motivación por el conocimiento y estimular su curiosidad aportará seguridad y despejará las reticencias de asistir al cole. Procurar participar en alguna actividad del colegio también favorecerá una visión positiva del colegio en tus hijos.
• Crear un espacio en casa para estudiar y hacer deberes. Este lugar debería tener una mesa y una silla propios que sirva para construir un ambiente de estudio en el que se asegure el silencio necesario para la concentración. Para implicarles en la vuelta a la rutina del cole es buena idea que ayuden a poner orden, guardar o dar juguetes que ya no se usan para dejar espacio para otras cosas. Anticipar lo que ocurrirá en unos días les dará seguridad para afrontarlo con alegría.
• Reserva un rato para charlar con los niños. Tener una conversación profunda donde se traten aspectos que les preocupen y que a diario no se pueda hablar porque hay que resolver cantidad de cosas del día a día. Crear un espacio o momento donde se hable con confianza y se puedan expresar sentimientos y preocupaciones será una forma de ayudar a establecer una buena salud emocional. Se puede hace simplemente preguntando. ¿Qué te ha hecho enfadar esta semana?, ¿cómo lo has resuelto?, ¿por qué crees que ha pasado? Reflexionar sobre las emociones que han sentido durante la semana y darles un momento para el análisis ayudará a la construcción de un cerebro que integra adecuadamente la parte emocional y la más racional.
En la medida en la que todo esté más o menos controlado el estrés del momento se mantendrá a raya. Para esto, lo principal es hacer las cosas con tiempo pero sobre todo hacerlo con paciencia, amor y buen humor.
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3 de septiembre de 2024