¿Estás estudiando una carrera y te has dado cuenta de que no es lo tuyo? Este error es mucho más común de lo que te imaginas. Muchos estudiantes empiezan la universidad sin tener claro del todo cuál es su vocación, y eso es lo que les lleva a tomar una decisión equivocada.
En muchas ocasiones, este error se debe a una elección precipitada de la carrera, a la presión familiar, a pensar únicamente en el dinero y en las salidas profesionales, incluso por coincidir con alguna amiga o con nuestra pareja. Por eso es imprescindible que la decisión sea solo tuya, y lo único que tienes que hacer es pensar en cómo te ves en un futuro y si ese trabajo satisfará lo que quieres ser. Si te has dado cuenta de que no es lo que te gusta, no lo dudes y busca algo que realmente te apasione. Eso sí, piénsalo bien, y tómatelo con calma para tomar la decisión correcta esta vez.
Actualmente, son muchos los estudiantes universitarios que deciden abandonar o cambiar los estudios el primer año de carrera. En el curso académico 2015-2016, un 21,5% abandonaron los estudios, y solo un 8,2% decidieron matricularse en otro Grado. Ana Esteban y Carmen de Juanas son dos ejemplos de todos estos universitarios que, tras darse cuenta que no les gustaba lo que habían elegido, se atrevieron y decidieron cambiar de estudios.
Pasos a seguir para cambiar de carrera
En la misma universidad | En otra universidad |
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De Química a Psicología
Ana Esteban ha finalizado sus estudios de Psicología este año en la Universidad Complutense de Madrid. Ana empezó estudiando el Grado en Química, y ya en el primer cuatrimestre se dio cuenta que esa carrera no le inspiraba para trabajar en ella toda su vida. “Sentía que no me aportaba, aunque admito que me resultaban interesantes algunas asignaturas”.
Tenía claro que su futuro no estaba en ese ámbito, y que si se quedaba sería solo por el miedo a fallar en el caso de fracasar de nuevo en la siguiente carrera que eligiese. “Las dudas eran muchas, pero sabía que si no lo intentaba estaba perdiendo otras oportunidades que posiblemente me beneficiasen más y que ese era el momento de intentarlo”.
Al año siguiente, tras repetir algunas asignaturas de Selectividad para subir nota, consiguió entrar en el Grado en Psicología. “Tras bastantes momentos de reflexión e introspección en los que te planteas multitud de preguntas, me di cuenta que en ningún momento anterior me había parado a pensar que camino quería seguir, cuáles eran realmente mis preferencias a nivel personal, qué era aquello que más me llamaba la atención, aquello que me despertaba interés y ganas de aprender. Una vez tenía las respuestas a todas mis dudas, y a la vez que avanzaba el primer curso de carrera me di cuenta que estaba en el lugar correcto, que no me importaba como fuese el camino, si más o menos largo, porque realmente me gustaba lo que estaba estudiando”.
Al haber empezado una carrera totalmente diferente, Ana no consiguió que le convalidasen ninguna asignatura. A pesar de eso, Ana no se arrepintió de la decisión que tomó. “Es más, estoy muy orgullosa de haberme atrevido hace cuatro años a dar ese paso que tanto miedo me daba”.
Cambiar Derecho por Periodismo
Algo parecido le pasó a Carmen de Juanas, empezó a estudiar el Grado de Derecho en la Universidad de Alcalá de Henares. Carmen se dio cuenta cursando alguna asignatura, que lo que tanto había querido no le terminaba de llenar, y que no era lo que le gustaría trabajar en un futuro.
Sin embargo, tomar la decisión no fue fácil. Tuvo muchísimas dudas, muchísimo miedo a fracasar de nuevo. Pero el ejemplo de su hermano le empujó a ello, y se cambió de carrera: «Mi hermano mayor se había cambiado de Ingeniería Industrial a ADE, estaba muy feliz. Pensé en eso y decidí cambiarme». A partir de ahí, tras hacerse una serie de preguntas sobre lo que le gustaba hacer, decidió matricularse en el grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Francisco de Vitoria.
A diferencia de Ana, al ser carreras con más aspectos en común, Carmen sí consiguió que le convalidaran algunas asignaturas (como Derecho, Antropología, Historia…).
Ahora, Carmen ha terminado la carrera y puede afirmar que no se equivocó con su elección; “Considero mi elección quizás no fuese la mejor o quizás fuese un error pero me ha llevado aquí, a qué tú me leas y yo pueda decir: soy feliz”.
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