La simulación clínica llega a la universidad

Simuladores de ecografías o procedimientos médico-quirúrgicos, intubación nasal u oral, maniobras de resucitación cardiovascular avanzada o un simulador maternofetal en la que se atiende un parto ficticio. ¿Sigues pensando que las prácticas en la Universidad son aburridas?

Disminuir los riesgos para conseguir una mayor seguridad clínica, con intervenciones más eficaces, es uno de los retos del mundo sanitario tanto en España como en el resto del mundo. Por ello, en las universidades se están desarrollando nuevos perfiles profesionales con ayuda de los últimos avances tecnológicos. La simulación sanitaria se presenta como la mejor herramienta de aprendizaje para adquirir las competencias sanitarias necesarias, porque permite a los estudiantes desenvolverse en un espacio más parecido a la realidad. Pero ¿en qué consiste exactamente esta forma de aprendizaje?

Un simulador sanitario es cualquier sistema que imite, de la forma los más parecida posible a la realidad, los gestos necesarios para hacer procedimientos médicos. Los primeros fueron los modelos plásticos estáticos utilizados en Alemania y Gran Bretaña, en la década de los 70, para hacer endoscopias. Desde entonces su evolución ha sido imparable gracias en gran medida a los avances tecnológicos. En la mayoría de los casos, estas instalaciones se utilizan para perfeccionar determinadas competencias técnicas como cirugías, emergencias, anestesia, etc. También para mejorar la capacidad de cuidados y comunicación con los pacientes, además de mejorar el aprendizaje del docente.

Gracias a la simulación clínica, los estudiantes pueden experimentar cómo se vive una urgencia o de qué forma actuar cuando surge alguna complicación en un proceso, además de reforzar sus capacidades para el trabajo en equipo.

La clave del éxito de estos sistemas están teniendo dentro de la enseñanza está en que combinan escenarios sanitarios de alto realismo con las metodologías de entrenamiento más innovadoras. Los requisitos para que su implantación sea eficaz consisten en un plan de estudios riguroso, la adecuada formación de los formadores, un número suficiente de prácticas de las técnicas, las evaluaciones de los resultados y que sea lo más semejante a la realidad posible.

El Hospital simulado de la Alfonso X

Siguiendo estos requisitos, la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX) va a inaugurar el próximo curso su hospital simulado para que los estudiantes de la facultad de Ciencias de la Salud pueda realizar prácticas con robots desde los primeros cursos. El Hospital contará con 1.8000 metros cuadrados, y estará situado en el campus de Villanueva de la Cañada. La Universidad afirma que este proyecto nace para dar respuesta al objetivo de fortalecer el desarrollo de la práctica clínica.

La apertura del hospital simulado puede determinar que un estudiante con vocación por la sanidad, se decante por estudiar su grado en la UAX. Sin embargo, la tecnología por sí misma no puede formar a los alumnos, por desde la UAX quieren puntualizar que también cuentan “con un profesorado de primer nivel” que junto al hospital Virtual de Simulación vendrá a completar un campus sanitario único en la universidad española”.

Gracias a estas instalaciones, los estudiantes de Medicina, Enfermería y Fisioterapia podrán experimentar las rutinas y protocolos a los que se tendrán que enfrentar en la vida real. Mediante registros audiovisuales de las prácticas, el estudiante será consciente de sus errores y obtendrá una evaluación individualizada por parte de los docentes. Además, ofrecerán la oportunidad de que los estudiantes den el salto al mundo laboral como si hubieran realizado estas prácticas en ambientes sanitarios reales. «Supone un reto trabajar con la última tecnología en robótica sanitaria y poder transmitir a los estudiantes los conocimientos teóricos y prácticos para que el día de mañana sean unos grandes profesionales” afirman desde el centro.

La actualización de los recursos es una determinante en la UAX , por esto su objetivo es poder ofrecer a los alumnos un campus con las mejores instalaciones para que puedan completar su formación teórica con las mejores prácticas.

Creen que la simulación sanitaria, si está bien integrada y estructurada en la formación, es una gran oportunidad para la evaluación de los errores de los alumnos, puesto que puede acabar con los fallos mediante la repetición. Así, el formador intenta que el estudiante ya sepa cómo tiene que actuar y cuál es el protocolo que debería seguir en la vida real para que no dude. Las tecnologías pueden ser una vía para la actualización y adaptación de los grados universitarios, solo queda esperar a que se implante de forma accesible para todos.