La Universidad y la inclusión
Todos los estadios educativos están relacionados con el humanismo, los valores y la ética. Pero son las universidades las que desde antiguo se erigen como referentes de estos tres componentes indispensables en la construcción de la sociedad. Son lugares de generación de conocimiento y de su aplicación práctica. Y esto incluye también al otro, la diversidad y el respeto.
Para cumplir con estas exigencias, las universidades deben ofrecer igualdad de oportunidades para todos sus alumnos y trabajadores. Deben permitir que las personas que estudian y trabajan en ellas desarrollen al máximo sus potencialidades.
Como referentes de los valores éticos, las universidades hacen suyos los compromisos alcanzados por nuestra sociedad en diferentes acuerdos. Entre ellos, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, los objetivos de no discriminación en la enseñanza de la UNESCO y su Declaración Mundial sobre Educación Para Todos.
Pero especialmente, los pactos alcanzados en la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que tiene carácter vinculante. La inclusión en la universidad es también uno de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la UNESCO.
Cómo ser parte de la solución y no del problema
En una universidad diversa que apuesta por la inclusión todos sus miembros deben poder tomar parte en las actividades y experiencias que se realicen. Para ello es necesario comenzar aceptando y valorando la diversidad. Pero hay más cosas que puedes hacer para que la vida en la universidad sea más fácil para todos.
- Crea un espacio seguro. En él todos deben sentirse cómodos de expresar sus opiniones con respeto. Sin que sus dificultades, de lenguaje, auditivas u otras, sean motivo de discriminación o burla. No seas el motivo por el que descienda la motivación para seguir estudiando.
- Evita comportamientos que puedan dificultar a las personas con discapacidad tener igualdad de oportunidades. Ayuda a tus compañeros con discapacidad a acceder a los servicios que presta la universidad si ellos solos no pueden hacerlo. Pero evita el paternalismo, pregunta primero.
- Si observas que un compañero tiene dificultades de aprendizaje, ofrécele tu apoyo. Algunas universidades han incluido estas prácticas en programas de tutorización entre alumnos con diferentes capacidades con excelentes resultados para ambas partes. Recordad que el equipo docente debe establecer las actividades y acciones que permitan acceder a todo el alumnado a los contenidos y competencias.
- Infórmate de si tu universidad tiene un programa de voluntariado para alumnos con diversidad funcional. Plantéate formar parte de este programa. Te reportará muchos beneficios a nivel personal y mejorará muchas de tus competencias. Además, podrás obtener créditos.
- Integra a las personas con discapacidad en tu círculo y trátalas de forma natural. No te dejes llevar por planteamientos banales y reconoce que las personas con alguna discapacidad son tan válidas como cualquier otra. Combate los prejuicios que otras personas puedan tener con tu actitud y apuesta por la inclusión.
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