¿Es mejor estudiar una FP o una carrera universitaria? Esta es una pregunta que cada vez se hacen más jóvenes en nuestro país. Lo cierto es que tomar una decisión respecto al posible futuro laboral no es una tarea sencilla. Sobre todo si tenemos en cuenta que el ritmo de la sociedad, el mundo laboral y el sistema educativo fuerzan a los estudiantes a hacer su elección a los 17 o 18 años. Pero ¿qué crees que es realmente mejor? A continuación, profundizamos en esta cuestión.
Cuando se acerca el final de la etapa educativa en el instituto, te toca decidir acerca de tu futuro profesional. Hay una serie de dudas que suelen surgir que están relacionadas con aspectos como la duración de los estudios, las salidas laborales o incluso el prestigio social.
Las ventajas de los Ciclos de Formación Profesional son que tienen una duración de tan solo dos años, que no requieren de una inversión económica tan grande como en el caso de las carreras universitarias y que son eminentemente prácticos, de modo que, al finalizarlos, el alumno ha aprendido a desarrollar con soltura una profesión concreta. Además, por lo general, cuentan con una buena inserción laboral.
Por su parte, las carreras universitarias proporcionan una formación más teórica a lo largo de, como mínimo, cuatro años. No obstante, pueden dar acceso a mejores puestos de trabajo con una remuneración más alta. Asimismo, te permiten optar a un gran número de oposiciones de rango superior.
A la hora de decidir qué es lo más idóneo para ti, tienes que tener en cuenta tus preferencias y pensar cuál es la profesión en la que te ves trabajando. Ten en cuenta que hay determinados aspectos que no deberían influirte a la hora de decantarte por una opción u otra como, por ejemplo, la duración o el prestigio social. Si te dejas guiar por estas cuestiones es probable que acabes cometiendo un error. Piensa que al fin y al cabo dos años más o dos años menos, no van a ser determinantes. Asimismo, ya es hora de romper con la idea de que estudiar una carrera está mejor visto que cursar un FP.
Por tanto, lo mejor es que intentes descubrir tu vocación y vayas a por ello, bien sea a través de un Ciclo de Formación Profesional o de una carrera. Es cierto que siempre conviene tener en cuenta las salidas profesionales, si bien tampoco es buena idea elegir una opción únicamente en función de eso.
Además, lo mejor es que intentes relativizar y que no te pongas mucha presión para decidir. Piensa que, en el caso de que optes por una FP tendrás las puertas abiertas a acceder a la universidad y a estudiar un grado si eso es lo que finalmente deseas. Del mismo modo, si al finalizar la carrera descubres que prefieres optar por un aprendizaje más práctico, tienes la opción de matricularte en un Ciclo Superior de FP. Esta es una puerta que siempre tendrás abierta, sobre todo si tienes presente que cuentas con la posibilidad de realizar un FP semipresencial o de acudir a una FP para mayores de 40 años en caso de que tengas más edad.
Elegir entre una FP o una carrera universitaria no siempre es fácil, pero dejarte llevar por tus preferencias es la mejor garantía para saber que no te equivocarás.
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