Dificultades para estudiar con la pandemia: ¿cómo superarlas?

La situación actual de pandemia ha obligado a las universidades a adoptar medidas para reducir los contagios en las aulas. Entre ellas, la reducción de la presencialidad a través de la asistencia a clases on-line. Pese a que estas medidas están dirigidas a proteger nuestra salud, representan también nuevos retos para el aprendizaje. Te contamos cómo hacer más eficientes tus estudios y sacar el máximo provecho a tu tiempo.

Fija una rutina para estudiar en la pandemia

Numerosos expertos señalan que no poder distinguir entre el espacio de trabajo y el de la vivienda, más orientado al descanso, provoca desajustes como dificultad de concentración.

Para hacerle frente es importante que establezcas una rutina lo más parecida posible a la etapa anterior a la pandemia y más ajustada a este nuevo curso. Ajusta tu tiempo a los horarios de clases on-line y establece unas horas después de este horario para estudiar o hacer trabajos.

Márcate también unos objetivos diarios o semanales que incluyan el tiempo necesario para cada tarea y que sean realistas para no desmotivarte. Este plan de trabajo te ayudará a concentrarte y a no procrastinar. Además, conseguir tus objetivos diarios fortalecerá tu autoestima.

Crea tu propio espacio de trabajo

Para que tu habitación pueda ser al mismo tiempo tu lugar de estudio y de descanso es importante que tu mesa de estudio solo esté dedicada a eso, a estudiar. Coloca tu mesa preferentemente en un lugar donde haya luz natural, deshazte de los objetos innecesarios y del móvil, y trata de que tu silla mantega tu cuerpo en una postura correcta.

Así tus ojos no se cansarán, alejarás las distracciones y disminuirás posibles problemas de espalda. Además, con este sistema podrás seguir disfrutando de tu habitación para el ocio, evitarás asociarla solo con el estudio y reducirás el estrés de esta nueva situación.

No olvides descansar

Para un buen rendimiento académico el descanso es tan importante como las horas de estudio. El tiempo ideal de concentración efectiva de una persona está alrededor de los 45-50 minutos. Utiliza los minutos restantes de una hora para hacer otras actividades que no requieran esfuerzo y te relajen, como estiramientos o hablar con algún amigo o tu familia.

Planea también tu descanso final del día y fija una hora en la que dejes los libros hasta el día siguiente. Las jornadas maratonianas de estudio no resultan productivas a largo plazo porque generan mayor cansancio, estrés y ansiedad, y repercuten negativamente en tu rendimiento a medio y largo plazo.

Implica a los que viven contigo e interactúa con profesores y compañeros

Para que tus horarios de trabajo y de descanso sigan una pauta y elimines interrupciones indeseadas es fundamental que las personas con las que convives conozcan tus rutinas. Habla con ellos, hazles saber tus horarios y llega a acuerdos para que la convivencia sea mas fácil para todos.

No te olvides de que no eres tú solo el que estudia on-line, tus compañeros y profesores están en tu misma situación. Si es tu primer año en la universidad, quizá te haya costado un poco más relacionarte con tus nuevos compañeros. Pero no te desanimes. Participa en las actividades de grupo que se propongan y no tengas miedo de consultar a tus profesores. La resolución de dudas es un punto fundamental en el autoaprendizaje y su puesta en común a través del intercambio de experiencias tiene efectos muy beneficiosos.