Si aún no has empezado una carrera, te aconsejamos que antes de elegir un Grado y la universidad donde lo vas a cursar pienses detenidamente qué quieres estudiar y en cuánto tiempo lo puedes hacer. Pero si ya has empezado, no te gustan las clases o las materias, y algunas de estas cuestiones están rondando tu cabeza: ¿Dejo la carrera? ¿La universidad? ¿Me cambio a un curso de Formación Profesional? sigue leyendo, porque podemos dar respuesta a tus inquietudes.
La respuesta está en la implantación del modelo 3+2 y la adaptación de las carreras universitarias al modelo europeo. Con el Plan Bolonia, las carreras de una misma área de conocimiento comparten mismas asignaturas de formación básica. Estas materias se cursan sobre todo en el primer año del Grado, haciendo que sea más fácil el proceso de cambiar de carrera si te arrepientes de la que has elegido.
Pero primero, debes saber qué diferencias hay entre las convalidaciones y adaptaciones:
• La convalidación, es el reconocimiento de las asignaturas que ya han sido superadas y que comparten contenido con las de la nueva carrera que vamos a cursar.
• En el caso de la adaptación, se refiere a aquellas titulaciones iguales pero impartidas en diferentes universidades.
En ambos casos se mantiene la calificación obtenida en la asignatura que queramos reconocer. Además, no podrás acreditar más de un 60% de los créditos de la formación que se pretende cursar. En el Boletín Oficial del Estado se estima cuales serán los límites de dichas convalidaciones. El Real Decreto 1618/2011, de 14 de noviembre, señala que “en ningún caso podrá comportar la obtención de otro título de educación superior a través del reconocimiento de la totalidad de sus enseñanzas”. Además, las convalidaciones no tendrán lugar cuando se trate de trabajos de Fin de Grado, los módulos del proyecto final de las carreras artísticas, proyecto de las enseñanzas de FP y de las enseñanzas deportivas.
Debes matricularte en el curso y presentar (normalmente en Secretaría) la solicitud para la convalidación de la
asignatura, en concreto antes de un mes a partir del inicio del curso. Debes presentar también la acreditación de que tal materia ha sido impartida y superada. En ocasiones también tienes que entregar el plan de estudios de la misma, para compararla con la carga lectiva de las nuevas, ya que el Real Decreto del que hablamos afirma que “cuando el reconocimiento se solicite para cursar enseñanzas conducentes a la obtención de un título que dé acceso al ejercicio de una profesión regulada, deberá comprobarse que los estudios alegados responden a las condiciones exigidas a los currículos y planes de estudios”.
Un consejo es que a principios de curso te matricules en todas las asignaturas, puesto que no sabrás si te han convalidado hasta que lo resuelva la autoridad académica que se ocupe de esto. Este proceso se resuelve en un periodo de tres meses, si finalmente te convalidan la asignatura, en la mayoría de los casos te devuelven el importe de la matrícula de la asignatura. Es importante que asistas a clase hasta que se resuelva, por si al final, debes evaluarte de la materia.
Convalidar asignaturas tiene un coste adicional a la matrícula. En la mayoría de las ocasiones responde a las tasas de Secretaría, la expedición del expediente académico, el estudio de las convalidaciones… Normalmente se abona un 25% de los precios establecidos para la matrícula en cursos y asignaturas sueltas. Las tasas universitarias varían dependiendo de cada Comunidad Autónoma.
Ya conoces dos opciones para cambiar de formación si no te convence lo que estudias. Presta atención a la documentación requerida, los plazos y los planes de estudios de las universidades y grados que te interesan, para realizar los trámites correctamente y que no se demore demasiado.
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