En junio de 2022, el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) propuso un nuevo modelo de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad –la llamada EBAU o selectividad–. Su principal objetivo es adaptar los exámenes de la nueva selectividad a la LOMLOE, haciéndolos menos memorísticos y más competenciales.
Desde junio de 2022, el MEFP ha cambiado diversos aspectos del modelo, en parte por presiones de colectivos de profesores, académicos, intelectuales e incluso de los alumnos. El 8 de febrero de 2023 envió a las comunidades autónomas el último borrador del proyecto de Real Decreto. El borrador –que no es un documento público y que al parecer deja bastantes cosas en el aire– será debatido por las consejerías de educación de las comunidades autónomas y, después, aprobado en Consejo de Ministros.
Está previsto que eso suceda, como tarde, en junio de 2023. También se espera que entonces se publique: el marco que fijará para cada materia los elementos principales del ejercicio, los criterios de calificación y modelos de exámenes. Todo ello debería estar listo en junio de 2023, para que alumnos y profesores lo tengan disponible antes de que empiece el curso 2023/2024, y conozcan desde el principio cómo será la Selectividad que tendrán a final de curso, en junio de 2024.
La futura selectividad o EBAU será una prueba menos memorística y más competencial, en consonancia con el enfoque de aprendizaje por competencias abrazado por la LOMLOE. Al contrario de lo que se dijo en un primer momento, la transformación será progresiva: la Selectividad mantendrá la actual estructura de exámenes por asignaturas hasta 2028.
Desde 2024 los ejercicios introducirán en cada materia una pregunta competencial, en 2025, dos, y así hasta 2028. Ese año, se implantará la llamada prueba de madurez. Por otro lado, se supone que será una prueba más homogénea entre las 17 comunidades autónomas. Sin embargo, todavía no está claro con qué mecanismos precisos se va a lograr.
También se proponen cambios en la revisión de exámenes. Un alumno podrá pedir una segunda corrección si no está de acuerdo con su nota. Si la diferencia entre ambas calificaciones es igual o superior a dos puntos, el tribunal deberá realizar de oficio una tercera. Hasta ahora, la calificación final se calculaba haciendo una media de las tres notas. A partir de ahora será la tercera revisión la que prevalezca, sin promedios.
En teoría, a partir de 2023 la Selectividad se irá haciendo más sencilla, fácil y directa, hasta que en 2027 esté compuesta ya solo por dos ejercicios. Uno supondrá el 75 % de la nota, y será la prueba de madurez. El 25 % restante será un examen de una materia específica relacionada con la modalidad que se haya cursado. ¿Cuál será el formato de estos nuevos exámenes?
Más tiempo para hacerlos y adiós al tipo test
En la futura selectividad, los alumnos dispondrán de más tiempo para responder a los ejercicios. De los 90 minutos actuales se pasa a 105 minutos, con un descanso mínimo de 45 minutos entre ejercicios (ahora son 30).
Las preguntas serán de desarrollo. El formato simplificado tipo test o de rellenar huecos, así como las preguntas para responder solo en 150 palabras, no estarán presentes en la nueva EBAU.
La estructura general de la prueba será de dos fases: la fase de acceso y de admisión (también llamada específica).
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