Analizar de dónde viene el estrés
Una de las tácticas para reducir el estrés es analizar el fenómeno que está entorpeciendo el bienestar. La pandemia puede ser a primera vista la causante de todos los males. Sin embargo, se puede hacer foco sobre cómo determinados aspectos están influyendo sobre la marcha de los estudios.
Por un lado, hay una gran incertidumbre sobre cómo se va a evaluar el curso. No se sabe si los exámenes podrán ser presenciales en los casos más necesarios, como por ejemplo sucede con la EBAU, los trabajos de fin de grado o de fin de máster, o la defensa de las tesis doctorales. Además, las exigencias del temario en muchos casos son las mismas, incluso en ocasiones se ha aumentado la carga de presentación de entregas como forma de reforzar conocimientos.
Por otro lado, la calidad de la enseñanza ha disminuido drásticamente. Son varias las causas que influyen en este hecho:
- Los centros de enseñanzas presenciales no están preparados para la enseñanza a distancia.
- Existe una brecha digital tanto entre el alumnado como entre el profesorado.
- Se suceden problemas técnicos que dificultan las conexiones.
- La dificultad de atender a las dudas entorpece la enseñanza.
Por último, la situación personal que cada alumna y alumno vive en su casa está influyendo muy negativamente. Desde la falta de medios materiales y la carencia de espacios tranquilos de estudio hasta el drama de ver enfermar o morir a familiares, o bien, algo mucho más generalizado, que pierdan el trabajo o la forma de obtener ingresos.
Cómo puedes gestionar el estrés
En principio, vamos a darte dos prácticos consejos:
1. Planning para aumentar tu sensación de control. Las dudas sobre el futuro inmediato impiden hacer una planificación firme; sin embargo, puedes realizar una más modular. Divide el temario de tus asignaturas en grandes bloques, y abórdalos subdividiéndolos en bloques más reducidos. Cuando tengas esta segunda división, puedes subdividirlos en unidades más pequeñas aún. Aborda el contenido en función de lo que vaya sucediendo, en unos casos te interesará ir a las divisiones más amplias y en otros te centrarás en segmentos más específicos.
2. Autoevaluación para afianzar la seguridad en tus conocimientos. Reúne todos los tipos de examen que pueden hacerte, desde los orales hasta los test online y las defensas por videoconferencias. Pon a prueba tus conocimientos tratando de emular todos estos escenarios con la ayuda de tus familiares y amistades, o bien de compañeros que estudien lo mismo que tú. Una buena idea es hacer un grupo de estudio con ellos para daros mutuo apoyo.
Otra visión que puede favorecer tu confianza es saber que con toda esta experiencia tienes la oportunidad de poner a prueba tu capacidad de adaptarte al cambio. En estos momentos es una de las habilidades más demandadas en el mundo laboral. Aprovecha la ocasión para general estrategias que seguramente te servirán en trayectoria profesional.
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