Los grados en Química ofrecen a los alumnos la posibilidad de estudiar las leyes que rigen la estructura molecular y atómica de las diferentes sustancias existentes, analizando su estructura y propiedades, y mostrando como éstas se transforman o reaccionan cuando se mezclan en un laboratorio.
Los estudios inciden especialmente en la enseñanza de los principios básicos que rigen las matemáticas y la física, ciencias fundamentales para realizar cualquier experimento químico.
Junto a estos conocimientos, los alumnos también reciben una amplia formación en todos los aspectos relacionados con los materiales inorgánicos u orgánicos, tanto en su vertiente de laboratorio o industrial como docente e investigadora.
Todos estos estudios están orientados a la investigación y los alumnos deben realizar muchas horas de prácticas en los laboratorios.
La labor de investigación que realizan los químicos en los laboratorios de las empresas sirve para múltiples aplicaciones como, por ejemplo, la creación de nuevos materiales textiles, fármacos más activos, mejores conservantes alimentarios, pesticidas más efectivos o procesos sintéticos más limpios y que consumen menos energía, entre otras muchas funciones.
La mayoría de los productos que utilizamos en nuestra vida diaria son el resultado de complejos procesos industriales en los que estos expertos tienen un papel protagonista.
Especialidades sanitarias
Una vez terminada la carrera pueden presentarse al examen QIR (Químico Interno Residente), el sistema oficial de acceso para graduados en Química, Bioquímica y titulaciones afines a las especialidades sanitarias de análisis clínicos, bioquímica clínica, microbiología y parasitología y radiofarmacia en centros del Sistema Sanitario de Salud.
La convocatoria de plazas es anual y el periodo de formación remunerada es de cuatro años (excepto para radiofarmacia que son tres años).
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