Modelos de Currículum Vitae

Existen diferentes modelos para la elaboración del currículum. No está de más conocerlos, pero lo cierto es que debes hacer tu currículum de la manera más adecuada a tu historial académico y profesional. 

Currículum animado y CV tradicionales

Las nuevas tecnologías de la comunicación han hecho posible diferentes formas de generar los currículos. La última y más innovadora es la creación de CV animados.

Sin embargo, la esencia y la filosofía es la misma que en los CV tradicionales, y el buscador de empleo debe conocerlos para identificar en qué casos son más idóneos unos u otros. Además, en todos los medios de intermediación laboral existe la opción de adjuntar tu CV. Lo que quiere decir que también debes tener tu currículum perfecto y guardado en un soporte clásico, como word o PDF, para poder insertarlo en estos canales. En cualquier caso, no olvides que el único objetivo es que que el CV le llegue al seleccionador.

Tres modelos básicos

• Formato Cronológico Tradicional

Es el más usual y sencillo de elaborar. La experiencia laboral y la historia personal se colocan en orden cronológico, lo que permite seguir la evolución del demandante. Se recomienda para personas con poca experiencia laboral y en busca del primer empleo. Aquí te incluimos un ejemplo de currículum cronológico tradicional:

• Formato Cronológico Inverso

Al contrario que el anterior, comienza reflejando los datos más recientes, la última titulación y las últimas experiencias profesionales. Este es el modelo de currículum vitae que prefieren las empresas cuando buscan experiencia profesional.

• Formato Funcional

En este modelo se agrupan las actividades o funciones desarrolladas en bloques independientes, a los que se pone un título determinado. Su ventaja es una mayor claridad, de manera que salta a la vista el área que se quiere destacar. Por otra parte, es la mejor forma de que las lagunas o los períodos inactivos pasen desapercibidos. Es preciso que esté muy bien elaborado para que resulte efectivo. Se recomienda para quienes tienen una amplia experiencia laboral y, por contra, una formación académica insuficiente. En estos casos, es justificable invertir el orden y expresar, en primer lugar, la experiencia y, en segundo, la formación.