Las competencias profesionales se conocen también por otros nombres. Son equiparables a las habilidades blandas o soft skills. Algunas de ellas son prácticamente innatas. Otras habilidades blandas se adquieren a través del estudio. La mayor parte de ellas pueden aprenderse y mejorarse con la práctica.
Se trata de características personales que inciden de forma crítica en el desempeño de un trabajo. Es decir, en cómo realizamos las tareas del puesto de forma eficiente y eficaz. Y tienen relación también con cómo nos relacionamos con superiores y compañeros. En definitiva, todas aquellas habilidades que nos permiten ejercer nuestra profesión de la mejor manera.
Esta es una de las competencias laborales básicas y más buscadas. Sobre todo si estás buscando trabajo después de los estudios.
Esta competencia es imprescindible, porque cada empresa tiene su propia forma de llevar a cabo sus procesos internos y tareas. Deberás por tanto ser capaz de integrar otras maneras de desempeñar tus funciones.
Y deberás también tener interés en continuar formándote, para estar siempre a la última dentro de tu sector.
Estas dos capacidades laborales vienen de la mano y están relacionadas con la anterior. Tanto si se trata de un nuevo puesto de trabajo como si estás en el mismo desde hace tiempo, el mercado laboral está en constante cambio. Por eso debes ser capaz de ser flexible y de adaptarte a las transformaciones que vayan surgiendo.
Estas transformaciones se dan en todo lo relacionado con los conocimientos que posees y también con el entorno en el que desarrollas tu trabajo.
Ser capaz de trasmitir a compañeros y superiores tus dificultades, inquietudes e iniciativas relacionadas con tu puesto de trabajo es fundamental.
La capacidad de comunicación está relacionada con la asertividad. Relacionarse con los demás siendo directo y sin dañarles. Especialmente cuando se trata de una negativa y de mantener una posición diferente a la de los demás. Implica también poder aceptar que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere.
La mayor parte de los puestos de trabajo implican realizar tareas con otras personas. Ya tengas que aprender a liderar o ser parte de un grupo, esta competencia profesional es esencial.
Está relacionada con todas las anteriores. Prácticamente las reúne todas. Porque para trabajar en equipo necesitas ser flexible y adaptativo, necesitas saber comunicarte con claridad y estar siempre dispuesto a aprender, de las situaciones y de los demás.
Implica conocer con exactitud cuál es tu cometido y cómo llevarlo a cabo. Pero también cuál es la tarea del resto de miembros del grupo. Integrando ambas facetas. El objetivo es que el grupo al completo sea lo más productivo posible.
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