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Pros y contras de emplear la IA (Inteligencia Artificial) para hacer trabajos de clase y estudiar

Foto: Pros y contras de emplear la IA para hacer trabajos y estudiar

¿Utilizarías la IA para hacer trabajos y estudiar? La IA o inteligencia artificial es una rama de la informática enfocada al desarrollo de sistemas y combinaciones de algoritmos para la creación de máquinas capaces de imitar la inteligencia humana para realizar diversas tareas, que mejoran conforme recopilan información.

Se basa en la idea de crear máquinas que puedan aprender, razonar, percibir, comprender y tomar decisiones de manera similar a como lo haría un ser humano. ¿El resultado? Máquinas o software capaces de automatizar tareas, realizar análisis complejos, ofrecer recomendaciones personalizadas, facilitar la interacción entre humanos y máquinas, imitar el comportamiento humano para videojuegos o distintos tipos de simulación…

Las ventajas de emplear la IA para hacer trabajos y estudiar…

¿Te parece que alguna de estas habilidades te puede ser útil para estudiar o hacer deberes? Por supuesto que sí. Los sistemas de IA son buenos compañeros en muchas de las nuevas tendencias del mundo de la educación, todas las cuales recurren a las nuevas tecnologías –e-learning, x-learning, nanolearning…–.

Veamos varios ejemplos concretos en los que se puede emplear la IA para hacer trabajos y estudiar:

  • En la era de los datos, el problema no es el acceso a la información sino la dificultad para recopilarla, seleccionarla y sintetizarla. Por ello, una máquina capaz de –digamos– hacer un resumen equilibrado de un tema complejo puede ser una herramienta utilísima. ChatGPT, Perplexity o el reciente YouTube Summary with Chat GPT pueden ayudarte a recopilar, organizar y analizar grandes cantidades de información, escrita u oral, lo que te permite concentrarte en aquellos aspectos del trabajo en los que tu papel es insustituible: el razonamiento crítico y la creatividad.
  • Asimismo, motores de búsqueda avanzados y sistemas de recomendación de contenido sirven para facilitar el acceso a material educativo relevante y actualizado.
  • Por último, distintos software de traducción automática alimentados con IA, como Google Translator o Deepl, tienen la capacidad de abrirte la puerta a material de estudio redactado en lenguas que no dominas.
  • Otro gran campo en el que la IA puede ser útil a los estudiantes es el de la retroalimentación instantánea sobre las tareas que realiza. En efecto, la IA puede ayudarte a redactar textos más claros y con mayor riqueza léxica (con la herramienta de sinónimos de Word, pero también con útiles aún más precisos como Stilus [si escribes en español] o Grammarly [para tus textos en inglés]), a entrenarte como orador (con la herramienta PowerPoint Speaker Coach), etc.

 

… Y los inconvenientes

En todo caso, emplear la IA para hacer trabajos de clase y estudiar no está exento de riesgos e inconvenientes.

Lo más importante es, sin duda, que las tareas estudiantiles que muchos consideran tediosas o repetitivas. (Por ejemplo, leer un texto largo o con explicaciones prolijas, peinar ingentes cantidades de información en busca de la aguja en el pajar). A menudo son también fuente de conocimiento y aprendizaje profundo.

Hay muchas competencias que el ser humano adquiere cometiendo errores o, pura y llanamente, por repetición. A todo ello hay que sumar que la IA nos priva de la experiencia de la serendipia. Descubrir algo valioso mientras buscamos algo completamente diferente ha sido una gran fuente de hallazgos a lo largo de la historia de la humanidad.

Por otro lado, no podemos caer en la tentación de olvidar que la IA:

  • Puede equivocarse porque tiene limitaciones tecnológicas.
  • Siempre tendrá una carga importante de sesgo. Las IA aprenden a través de la exposición a grandes cantidades de datos de entrenamiento recopilados de diversas fuentes, incluidas las interacciones humanas en línea. Si esos datos contienen estereotipos o prejuicios culturales, es posible que la IA reproduzca o amplifique esos sesgos en sus respuestas o generación de contenido.
  • Además, no debemos perder de vista que la IA no es creativa: lo que hace es replicar la solución a tareas que ya han sido resueltas antes por seres humanos.
  • Por último, cuando utilizamos la IA para hacer trabajos de clase –o TFG, TFM, tesis doctorales– incurrimos en el riesgo de plagio. No olvides que la comunidad educativa está en guardia, por ejemplo, frente al uso fraudulento de ChatGPT.

Por ello, es importante que consultes las políticas y directrices de tu institución educativa sobre el uso de IA. Y es que pueden tener requisitos específicos sobre el uso ético y responsable de dichas herramientas en la elaboración de trabajos académicos.


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