Hay algo que es invariable para todos los modelos de currículum, y es que siempre recogen:
• Datos personales
• Formación académica
• Experiencia profesional
Como información adicional, el currículum puede incluir:
• Idiomas
• Informática
• Formación en habilidades
• Objetivos profesionales y otros datos de interés
Los datos personales pueden aparecer encabezando el documento o al final del mismo. Si se tiene una experiencia profesional dilatada, lo más recomendable es detallarla en primer lugar. En caso contrario, es mejor plasmar los datos académicos primero y luego la experiencia profesional.
Este apartado debe incluir los siguientes datos: Nombre y apellidos, dirección permanente (con el código postal), teléfonos de contacto (fijos y móviles), e-mail, fecha y lugar de nacimiento, estado civil…
Conviene saber que no en todos los países se valoran estos datos. Por ejemplo, en Estados Unidos no se incluyen datos personales que puedan resultar discriminatorio a la hora de optar al puesto (sexo, edad, raza, estado civil…).
Este apartado se puede dividir en dos partes:
a) Formación oficial (carreras oficiales, títulos de FP, programas de postgrado).
b) Cursos complementarios (formación ocupacional, cursos y seminarios, etc.).
Ambas partes deben incluir los siguientes datos: Nombre del título, nombre del centro, fecha en la que se realizaron los estudios (inicio y fin), duración…
En el apartado de datos académicos es recomendable comenzar por la formación que más interesa destacar, tales como estudios universitarios, cursos de postgrado o similares, que normalmente se corresponden con el objetivo profesional.
En el apartado de cursos complementarios debemos incluir sólo aquellos cursos que se adecuen al puesto ofertado o que sean de interés para la empresa. Por ejemplo, si estás buscando un empleo como consultor estratégico, no incluyas en tu formación complementaria los cursos de baile, cocina o actor de doblaje.
La experiencia profesional es fundamental. La elaboración de este apartado y el modelo a elegir varían según la trayectoria de cada candidato. Sea cual sea el modelo elegido, es indispensable incluir: nombre de la empresa, nombre del puesto, duración en el puesto (fechas de inicio y fin), departamento donde se desarrolló la actividad laboral y una breve descripción de las funciones más relevantes. También se puede incluir un apartado de referencias, donde se indica el nombre de un profesional de esa empresa que puede dar cuenta de nuestro perfil
Los candidatos que no cuentan con una gran experiencia profesional, deben elegir el modelo de CV cronológico inverso, es decir, empezar por las experiencias más recientes.
Es importante señalar si se realizaron prácticas durante los estudios, ya que se consideran experiencia profesional y es uno de los aspectos más valorados por los responsables de Recursos Humanos. También incluir toda la información relativa a trabajos de voluntariado, así como la participación en asociaciones estudiantiles.
Si se elige el modelo cronológico o cronológico inverso, es conveniente destacar la evolución profesional resaltando el puesto, las actividades desarrolladas y los logros obtenidos.
La mejor manera de destacar la trayectoria profesional es elegir el modelo funcional, donde se resaltan las funciones y responsabilidades adquiridas en los trabajos anteriores.
Por lo que respecta a los idiomas, se debe señalar: nombre del centro o escuela de idiomas, años de estudio invertidos en la formación, certificados obtenidos / nivel de dominio, estancias en el extranjero dedicadas al estudio de idiomas.
Por lo general, el nivel de conocimiento de idiomas se mide según la siguiente escala:
• Nivel bajo: conversación sobre temas básicos, utiliza los tiempos verbales de pasado, presente y futuro en frases sencillas. No tiene fluidez y comete muchos errores, tanto en la pronunciación como en la escritura.
• Nivel medio: puede mantener una conversación sobre temas comunes, pero con poca fluidez. Utiliza y reconoce los tiempos verbales pero comete errores. Aunque su vocabulario es limitado, puede leer textos de mediana complejidad.
• Nivel alto: se comunica con fluidez y comete pocos errores. Puede hablar de temas abstractos como las emociones y se defiende en contextos muy variados, aunque no conozca el vocabulario específico. Es capaz de expresarse por escrito sobre temas diversos, con una correcta argumentación de sus ideas.
• Nivel bilingüe: se relaciona con fluidez en cualquier contexto, tanto hablando como por escrito. Puede traducir sin dificultad.
Si quieres aportar información más específica sobre tu conocimiento de idiomas, utiliza la siguiente valoración, con su correspondiente nivel de dominio (Leído, Hablado, Escrito, Traducción).
Si tus conocimientos de idiomas son bajos, tanto hablado como escrito y leído, es preferible que no lo incluyas en tu currículum, pues más que aportar un valor añadido podrías estar resaltando un factor negativo para tu perfil profesional.
En el apartado correspondiente a informática es conveniente especificar: nombre de la aplicación / lenguaje de programación, nivel de los conocimientos y certificados o diplomas que acrediten tu formación en el área informática.
Por lo general, el nivel de conocimientos informáticos se mide según esta escala: Usuario, Usuario Avanzado, Profesional, Experto.
Los conocimientos informáticos se dividen en áreas o familias de aplicaciones:
• Ofimática (Procesadores de texto, Hojas de cálculo, Servicios de Internet, correo electrónico, etc.).
• Bases de datos (Access, Oracle, SQL Server, datawarehouse, MySQL, etc.).
• Comunicaciones (Internet, Redes, Router, Redes TCP/IP, VoIP, Wireless, etc.).
• Diseño (Autoedición, Flash, HTML 5, Frontpage, CAD, Dreamweaver, CSS, Freehand, 3D Studio, Photoshop, Corel Draw, Illustrator, QuarkXpress, Indesign, etc.).
• Herramientas de Gestión (SAP , Contaplus, Facturaplus, Nominaplus, CRM, GIS, e-commerce, etc.).
• Lenguajes de Programación (ASP/.NET, Java, C/C++, J2EE, HTML, Visual Basic, XML, etc.).
• Paquetes Integrados (Lotus, Microsoft Office, MS Project, etc.).
• Sistemas Operativos (Linux, Macintosh, UNIX, Windows, Android, IOS, Open BSD, etc.).
El currículum vitae puede finalizar con una sección que englobe todos aquellos datos adicionales que sean de interés para al empresa o digan algo de nuestra personalidad. En ella se puede incluir, entre otros datos, información sobre: adscripción a colegios profesionales y asociaciones, premios, publicaciones, referencias personales y profesionales, aficiones y hobbies, trabajos de voluntariado, carnet de conducir, disponibilidad para viajar, etcétera.
Por último, es interesante incluir un párrafo al inicio o al final del documento, donde expreses tus objetivos profesionales y personales. En los países anglosajones es un apartado imprescindible de todo curriculum funcional.
Y, recuerda que el objetivo profesional debe hacer referencia al puesto de trabajo al que quieres optar. No tiene sentido decir que nuestro objetivo profesional es trabajar en la comunicación de la empresa, cuando el puesto al que optamos es de comercial.
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