Encontrar trabajo pasa por dos fases muy simples y diferenciadas: encontrar una oferta de empleo que se ajuste a nuestro perfil profesional y enviar un currículum nuestro que se ajuste a lo que somos y a lo que necesita la empresa para cubrir ese puesto.
Esto tan simple y tan evidente lo hacemos rematadamente mal en muchas ocasiones. Si ya es difícil encontrar un puesto de trabajo ajustado exactamente a nuestro perfil, es decir, a lo que sabemos hacer y a lo que nos gusta hacer, es incomprensible e imperdonable no tener opciones a ese puesto porque enviamos un currículum que no está bien hecho, bien trabajado y que no nos vende como los mejores profesionales para ese puesto.
El currículum vitae (CV), la carta de presentación y la carta o email de agradecimiento deben adaptarse a los requisitos que se exigen en cada una de las ofertas. No vale con tener un currículum igual para todas las ofertas, es necesario adaptar los CV a cada oferta de trabajo concreta.
Antes de seguir, hay que tener claro qué elementos tenemos que utilizar para conseguir el empleo que buscamos o, por lo menos, conseguir una entrevista de trabajo que nos dé la oportunidad de demostrar el potencial que tenemos:
• El curriculum es un documento que expone el perfil académico y profesional de una persona.
• La carta de presentación es una correspondencia personalizada que el candidato envía a los empleadores potenciales para mostrar su interés a una oferta de trabajo. Debe ir acompañada del CV.
• La carta o email de agradecimiento es una correspondencia personalizada dirigida a la persona que ha entrevistado al candidato, donde éste agradece el tiempo y la atención dedicados a evaluar su candidatura y se pone a disposición de la empresa para continuar con el proceso de selección.
El currículum es el primer elemento de juicio que tiene el seleccionador sobre nosotros. La claridad de exposición, la consistencia de los argumentos, la presentación pulcra y el orden son algunos de los factores básicos que se deben tener en cuenta a la hora de confeccionarlo.
No basta con ser el mejor, hay que demostrarlo: así se podría resumir la importancia que tienen el currículum vitae (CV) y la carta de presentación. Estas dos herramientas son la llave que dan acceso a la pista de competición por el empleo, donde, una vez conseguido, se demuestra lo mejor de uno mismo, lo que se sabe hacer y lo que uno vale.
El currículum vitae y la carta de presentación tienen el único fin de hacer que consigamos trabajo. Esta es la premisa básica. Por ello, lo primero será enseñarte a redactar los principales modelos de currículum y a identificar en qué casos se debe utilizar cada uno de ellos.
No existe un currículum vitae perfecto ni un modelo único para realizarlo, sin embargo, se considera que un currículum vitae es el ideal cuando nos conduce directamente a la realización de una entrevista de trabajo.
Existen tantos modelos perfectos como ocasiones tenemos de optar a un puesto de trabajo que nos interesa. Lo ideal es confeccionar un currículum para cada ocasión, lo que no significa que no tengamos un modelo de referencia que logre presentarnos de la manera más atractiva y acertada.
En primer lugar, debemos tener muy claro que el currículum vitae debe comunicar algo. Es muy frecuente el caso de candidatos que pudieron ser adecuados, pero que no supieron comunicarlo correctamente.
Conociendo nuestras cualidades y nuestros logros, debemos ser capaces de transmitirlo para demostrar que somos el candidato ideal a un determinado puesto de trabajo. Las probabilidades de éxito serán mayores si, además, tenemos muy claro a quién va dirigido, qué busca la empresa y a qué se dedica.
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