Mediante la aplicación de diversos conocimientos científicos, el tecnólogo de alimentos tiene la misión de garantizar la seguridad alimentaria de los productos destinados al consumo.
Para llevar a cabo esta tarea, debe realizar diversos estudios dedicados al control de la calidad alimentaria. Poder asegurar la calidad de los productos mediante el estudio de las propiedades químicas o biológicas de los productos es una parte vital de su labor.
Dentro de las funciones recurrentes que desempeña todo tecnólogo de alimentos, te citamos las más comunes:
Es importante destacar que los profesionales también deben estar al día de las tendencias en la industria alimentaria y de la innovación en alimentos para poder desempeñar sus investigaciones y procesos de la manera más óptima posible. La formación y actualización continuas son dos pilares a tener en cuenta para ser tecnólogo de alimentos.
La formación de estos profesionales requiere de un título en alguna rama relacionada con disciplinas de la ciencia alimenticia. Puedes acceder a esta formación a través de diferentes niveles formativos.
En Formación Profesional, puedes cursar hasta siete titulaciones de Grado Básico, Medio, Superior en Industrias Alimentarias.
Si cuentas con el título de Graduado en la ESO, puedes acceder al Grado Básico de FP en Industrias Alimentarias y también al Grado Básico de FP en Actividades de Panadería y Pastelería
También puedes acceder a los títulos de Grado Medio de Técnico en:
Y a las titulaciones de FP de Grado Superior de:
Si quieres optar por cursar una carrera universitaria, los Grados en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, en Tecnología de las Industrias Agrarias y Alimentarias, y en Innovación y Seguridad Alimentaria son elecciones muy acertadas para especializarse en la materia.
Sin embargo, también existe una extensa oferta de másteres diseñados para el enfoque de esta disciplina, como el máster en Tecnología e Industria Alimentaria. Estas formaciones son imprescindibles para poder conocer la metodología a emplear en análisis químicos, procesamiento de alimentos y legislación alimentaria, entre muchas otras áreas de conocimiento.
Además, debes tener en cuenta que, dependiendo del país, puedes necesitar certificaciones o licencias específicas para poder ejercer la profesión. Como por ejemplo la Certified Food Scientist (CFS), el ASQ Certified Quality Auditor o incluso el carnet de manipulador de alimentos, si su tarea se lleva a cabo durante la fase de producción.
La demanda de estos profesionales se divide entre la industria privada y la pública. Las ofertas son numerosas, y se reparten en diversos perfiles dedicados a los distintos niveles del proceso de control e investigación.
Los perfiles más extendidos se desarrollan en áreas de control de calidad, producción o innovación. También, como es natural, el trabajo de estos profesionales se lleva a cabo en laboratorios de análisis de alimentos o como asesores técnicos para diversas empresas del sector alimenticio.
Las opciones de la docencia y la investigación en universidades son, además, un añadido por el que los profesionales también pueden decantarse.
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