A medida que la oferta formativa se diversifica, que la tecnología avanza y el mercado se amplia, las empresas son más conscientes que la diferenciación ya no la marca solo el currículum vitae. Ahora, el valor es la propia persona. Alguien con nombres y apellidos y unas determinadas habilidades. Día a día, los empleadores se afanan en encontrar aquellas soft skills o habilidades personales más solicitadas, que más se ajusten a las necesidades de sus negocios. La situación social y económica que atravesamos influye también, y ya está marcando algunas de las habilidades más solicitadas por los empleadores de cara al futuro. Estas serían las principales soft skills que se están buscando desde las empresas:
Ser capaz de trabajar en diferentes escenarios, con distinto perfil y diferentes objetivos es primordial. El mundo de la empresa está en constante cambio. Los perfiles más camaleónicos y flexibles serán los más buscados en el futuro.
La multidisciplinariedad es una característica de las empresas modernas. Los proyectos son globales y en los procesos intervienen muchos agentes diferentes. Poder aportar valor personal a un equipo es una skill imprescindible hoy en día.
Mente abierta, sin prejuicios, imaginativa e innovadora. Las empresas buscan divergencia, ruptura y cambio. La mejora pasa por aportar ideas nuevas a los viejos problemas.
Saber expresar nuestras ideas y sentimientos con facilidad, respeto y empatía. Poder establecer contactos de valor con los compañeros y superiores es un elemento diferenciador en el ámbito laboral actual.
Decidir qué hacer en situaciones límite. Asumir riesgos y mostrar firmeza y convicción. Capacidades necesarias en un entorno cambiante, complejo y lleno de dificultades.
El compromiso con los derechos humanos, el medio ambiente o con una serie de principios están en el punto de mira de los empleadores. Las empresas quieren a los mejores profesionales, pero por encima de todo, buscan personas íntegras y conscientes.
Estas habilidades, y otras muchas que también son importantes en la actualidad, pueden mejorarse con procesos de formación. Participar en cursos o talleres específicos sobre gestión del tiempo, liderazgo compartido o sobre habilidades comunicativas nos ayudarán a adquirir las competencias que aplicaremos después en nuestro día a día.
A su vez, muchas empresas potencian cada vez más diferentes procesos de mentoring o determinados planes de carrera con los que dotar a sus empleados de herramientas suficientes para mejorar sus soft skills.
Igualmente, las instituciones públicas potencian la orientación académica y determinados formatos como la formación DUAL, que permiten a los alumnos mejorar estas capacidades a medida que se incorporan al mercado de trabajo.
Incluso las opciones formativas relacionadas con el ocio y el tiempo libre dotan a una persona de un importante número de habilidades que pueden ser trasladables siempre a cualquier entorno laboral.
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20 de diciembre de 2022