La diferencia entre un curso académico caótico y estresante y otro estructurado y flexible está en la planificación. Sin un plan, uno se limita a vivir y estudiar, sin saber muy bien hacia dónde va. Y en algún momento se pierde el control: se nos pasa un plazo importante, nuestras obligaciones se solapan y hacemos malas elecciones. Por eso necesitas un plan: un hilo conductor que te guíe, te facilite el trabajo diario e, incluso, te permita aprovechar mejor tu libertad como estudiante. Y todo esto también es válido si estás preparando oposiciones.
Estos son los aspectos más importantes que debes observar si quieres tener tus estudios bajo control y alcanzar tus objetivos:
• Haz un plan general del curso. Lo principal es definir tus metas de forma clara y ponerlas por escrito: superar tales o cuales asignaturas, subir la media del expediente académico, obtener un diploma de idiomas, realizar prácticas… Es recomendable también que decidas cuáles de esas metas tienen la prioridad más alta.
• A continuación, establece un calendario anual. Este tiene que incluir todos los hitos importantes (comienzo y fin de los cuatrimestres, periodos de exámenes, vacaciones, festivos, etc.). Incorpora a ese calendario otras fechas relevantes. De lo contrario, es fácil que se te olvide la inscripción a tal o cual curso, que se te pase el plazo para solicitar tu voluntariado en el extranjero o tu beca de movilidad… Revisa las programaciones de las distintas asignaturas o cursos para averiguar cómo y cuándo aproximadamente se te va a evaluar. Así podrás anotar, aunque aún sean aproximadas, las fechas de exámenes parciales o finales, trabajos, presentaciones, etc.
• Piensa en el tiempo que te van a exigir las distintas tareas (trabajos, exámenes, etc.) y haz un cronograma o un diagrama de Gantt como complemento del calendario. Al hacerlo, asume que hay tareas y materias que te cuestan más que otras: a las primeras debes darles prioridad y más tiempo.
• Prepara las asignaturas. No, no se trata de ponerse a estudiar antes de que empiecen las clases, sino, una vez más, de planificar. Hazte con la programación didáctica, los guiones o el material de estudio de las nuevas asignaturas; casi sin duda están disponibles online. A continuación, haz una estimación de cuánto tiempo y esfuerzo te costará preparar y seguir cada asignatura. Así podrás empezar a establecer prioridades.
• Elabora el clásico horario semanal, dejando espacio suficiente para el ocio, el ejercicio y el descanso: redundará a favor de tu productividad.
Tus metas para este curso están claras, pero piensa que, además, vas a tener que ponerte objetivos a corto plazo para alcanzarlas.
Al hacerlo, recuerda siempre que hay que tener una idea clara de lo que se quiere conseguir. Así que define tus objetivos de forma inteligente o smart: es decir, de forma eSpecífica (concreta), Medible (controlable), Alcanzable (realista), Relevante (motivadora) y programada en el Tiempo. Por ejemplo: «mañana de 17:00 a 20:00 voy a estudiar para el examen X porque quiero sacar al menos un 7 en la asignatura Y».
Y recuerda poner por escrito tus objetivos —al igual que tus metas—. Tener un registro de sus aspiraciones te hará sentirte responsable, te recordará lo que estás logrando con tu trabajo y te mantendrá motivado.
Síguenos en nuestras RRSS
Lo más leído
Contenido relacionado
24 de septiembre de 2024