Quien se está dedicando a ello lo sabe: aprobar oposiciones es un reto que exige dedicación, esfuerzo, constancia, organización y tiempo.
Da igual a qué tipo de convocatoria te presentes, todas ellas requieren una buena preparación. En ocasiones no es fácil decidirse por academia, preparador o estudiar por tu cuenta, pero lo que sí está claro es que sin técnicas de estudio no se puede llegar muy lejos. Y es que no solo se trata de invertir horas y esfuerzo, sino de hacerlo de forma eficaz. Para obtener los mejores resultados y evitar la frustración.
Para aprobar oposiciones debes tener el temario completo. En muchas ocasiones, ese temario debes construirlo tú, sobre todo en las oposiciones al grupo A. En otras te viene dado. En cualquiera de los dos casos, trabajar tu material de estudio te ayudará a comprender mejor los contenidos y con ello, a retenerlos mejor y a recuperarlos cuando los necesites.
En este sentido, una de las mejores técnicas es el método Feynman, con el que serás consciente de tus lagunas y podrás completarlas.
Otra de las técnicas que te serán muy útiles es el método Robinson o SQ3R, con el que exprimirás tu material escrito a través de hacerte preguntas sobre él y contestarlas.
Para aprobar oposiciones siempre hay una parte de los contenidos que hay que memorizar. Esto puede resultar arduo en ocasiones. Pero si aplicas las técnicas adecuadas, ejercitarás tu memoria y cada vez te costará menos retener los contenidos.
Una de las técnicas más eficientes es el método Loci. Consiste en recrear cualquier espacio conocido, desde un mueble a un edificio, y asignar a cada una de sus partes un contenido. De este modo, por asociación, los recuperarás fácilmente.
Tienes más estrategias mnemotécnicas, como la de las iniciales, que consiste en crear una palabra con los términos a memorizar. O los mapas mentales, con los que podrás visualizar la información a través de un árbol relacional.
De nada sirve que inviertas muchas horas al día en estudiar si no las aprovechas. Para aprobar oposiciones debes ser eficiente también con el tiempo.
Organiza tu plan de estudios y tus horarios. Pero sobre todo, no te sobrecargues. Es mucho más efectivo que estés concentrado durante un período de tiempo de no más de una hora y descanses o hagas otra actividad durante 5–15 minutos. Es lo que se conoce como la técnica pomodoro. Y si esa otra actividad es ejercicio ligero, mejor que mejor.
Es también importante evitar los ladrones de tiempo. Cuando te hayas organizado el horario, déjate siempre algo de tiempo diario para tu vida privada.
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24 de septiembre de 2024