Un compliance officer es la persona o el equipo de trabajo que se encarga de velar por que la empresa cumpla con la normativa vigente.
Se trata de una figura de gran importancia ya que sus opiniones tienen un impacto directo en lo que una empresa puede o no llevar a cabo. El caso de las entidades financieras no es diferente. Desde que las personas jurídicas son también responsables penalmente, los delitos que cometen se juzgan por esta vía. Pero una entidad es un abstracto, no puede actuar, sino que lo hacen las personas que la componen. Por eso, para que una persona jurídica pueda ser considerada penalmente responsable, uno de sus miembros tiene que haber cometido un delito. Al tiempo, la entidad debe haber recibido un beneficio.
Para evitar las consecuencias de la responsabilidad penal, las entidades financieras deben tener un plan interno para la prevención de delitos. Dentro de este ámbito trabaja el responsable de cumplimiento normativo.
El compliance officer tiene asignadas varias funciones para prevenir que los empleados de la entidad puedan cometer un delito.
En primer lugar deben implementar un programa de prevención. Una vez establecido, deberán asegurarse de su cumplimiento y de que la entidad cumple con sus obligaciones normativas. Para ello es necesario que tengan independencia del resto de órganos y personas de la entidad. De este modo podrán evitar la comisión de delitos y detectar los que puedan cometerse.
Pueden trabajar en solitario, ser personal externo a la empresa o incluso formar un equipo dentro de la empresa.
En todos los casos, es evidente que tienen acceso a información sensible de la entidad. Esto puede suponer un problema en el caso de que fueran llamados a testificar en un proceso. Habría un conflicto entre el secreto profesional y su calidad de testigos. Para solventar este tipo de situaciones, una posibilidad es que sean profesionales externos a la organización. De este modo, no están sujetos al secreto profesional. Algunas asociaciones proponen que siempre estén sujetos al secreto profesional y por tanto puedan no declarar como testigos.
Lo más habitual es que un compliance officer sea un abogado. En cualquier caso, es aconsejable tener al menos un Grado en Derecho.
Con estos conocimientos universitarios podrás cursar un máster que te preparará para las funciones complejas del puesto.
En todo caso, una vez que ejerzas, será necesario que te mantengas siempre actualizado. Debido a la complejidad del ámbito financiero y sus normativas cambiantes. Podrás hacerlo con algunos cursos.
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