En la relación entre la formación y el trabajo que se realiza se habla de dos tipos de desajustes: vertical y horizontal.
En lo tocante a la universidad, los estudios superiores en España dotan a los alumnos de un mayor número de habilidades generales con respecto a otros países. Lo que significa que la especialización es menor.
Pero sin embargo, los egresados españoles son más competentes para enfrentarse a las tareas de un puesto que no está directamente relacionado con la carrera que han estudiado. Aunque el nivel de estudios requerido sea el adecuado y no haya un desajuste vertical.
Incluso aunque hayan tenido que cursar un master habilitante.
En cuanto al mercado de trabajo, se distinguen dos tipos de motivos que provocan un desajuste horizontal:
Como hemos visto, el desajuste horizontal no es necesariamente un fenómeno negativo. Para algunas personas es importante tener la oportunidad de desempeñar empleos no relacionados directamente con los estudios que han cursado.
Quieren poder tener la libertad de cambiar el rumbo de su vida o tener un tipo de trabajo que les permita tener la vida personal que desean.
El problema surge cuando este desajuste es involuntario. En este caso, una posible solución es adaptar los estudios universitarios a las demandas del mercado laboral. Estas exigencias cambian con rapidez.
En este sentido, la dificultad es encontrar docentes lo suficientemente preparados para transmitir las habilidades y conocimientos que se requieren en los nuevos puestos.
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