Las aficiones o hobbies son actividades que se realizan por gusto. Porque proporcionan una gratificación personal al estar estrechamente unidas a los intereses personales. No se busca una compensación económica o una recompensa de cualquier otro tipo. Sólo diversión y entretenimiento.
Todos tenemos uno o varios de estos pasatiempos. Nos hacen salir de la rutina y nos ponen en contacto con nuevos estímulos. Una vida rutinaria tiene un impacto negativo en nuestra salud física y mental. Aumenta el nivel de estrés, fomenta al aislamiento social y conduce al sedentarismo.
Pero las aficiones previenen la depresión, estimulan nuestro cerebro y nos ayudan a ser más felices. Además, mejoran también nuestra capacidad de aprendizaje. A cualquier edad.
Los hobbies tienen un impacto directo en cómo aprendemos. Están vinculados a componentes fundamentales del aprendizaje como la memoria, el pensamiento lógico, el sentido crítico o el cálculo. Algunos de los más destacados son los siguientes:
Es uno de los hobbies por excelencia relacionados con el aprendizaje. Recordar las reglas y las diferentes estrategias según avanza la partida favorece la memoria. El ajedrez está relacionado sobre todo con la estrategia, la lógica y la capacidad de resolver problemas. Ayuda a pensar con antelación, a tener en cuenta todas las opciones y a calcular las consecuencias de cada movimiento. Pero no solo, también se ejercitan ambos hemisferios porque el desarrollo de estrategias pone en marcha la imaginación.
Quizá sea uno de los hobbies más desconocidos para mejorar el aprendizaje. Pero lo cierto es que tejer y otras actividades de punto implican mucha atención en una actividad motora. Generan calma e introspección y aumentan la capacidad de concentración. Reducen el estrés y la ansiedad y nos preparan para afrontar problemas con la mente tranquila. Requieren además buenas dosis de coordinación entre mente y cuerpo.
Tocar un instrumento, cantar o componer son otras de las aficiones más conocidas para mejorar nuestra capacidad para aprender. La música favorece la memoria, incentiva la creatividad, aumenta la coordinación y mejora las habilidades sociales. Las partituras están estrechamente ligadas al pensamiento matemático y su creación y lectura inciden positivamente en el pensamiento abstracto. Como el ajedrez, la música pone en marcha los dos hemisferios del cerebro y mejora la capacidad de concentración. Además, potencia muchas de las habilidades blandas que son imprescindibles en los procesos de aprendizaje, como el trabajo en equipo y la responsabilidad.
Otro de los grandes hobbies con múltiples beneficios para el aprendizaje. Da igual si lees novelas, noticias o cómics, la lectura mejora todas las competencias del lenguaje, desde el hablado hasta la capacidad de redacción. Incide positivamente en la capacidad de abstracción y en el pensamiento crítico. Estimula la memoria y la imaginación y requiere de un alto nivel de concentración.
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