Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), vocación es la «inclinación a un estado, una profesión o una carrera». Pero esta definición se queda corta cuando debes elegir tu futuro profesional. Se trata de saber qué profesión se adapta mejor a tus pasiones e inclinaciones.
Mediante el conocimiento de tus preferencias te será más fácil elegir entre la amplia oferta formativa que existe. Estas preferencias personales son más fáciles de detectar con una serie de preguntas. Con ellas podrás clarificar tus pasiones en el ocio y el estudio, saber qué tipo de profesional eres y averiguar la compatibilidad de tu formación con el mercado laboral.
En las secciones que siguen encontrarás una serie de preguntas generales para ayudarte a que encuentres tu vocación. Se organizan alrededor de tres aspectos diferentes de tu personalidad: gustos, habilidades y aspiraciones.
Plantéate cuáles son tus preferencias intelectuales y de ocio. Qué te apasiona hacer incluso aunque no recibas una contrapartida económica. En la elección de tu futuro profesional no puede primar solo la parte económica, cuánto vas a ganar. Si solo consideras este aspecto es muy probable que seas infeliz toda tu vida. Pasarás buena parte de tu tiempo en el trabajo y si lo que haces no te satisface, es posible incluso que te deprimas.
En cambio, si analizas las cosas que más te entusiasman podrás encontrar la formación que mejor se adapte a tu personalidad. Quizá te gusta tocar un instrumento, o practicar un deporte concreto, o resolver problemas. Esta primera selección te dejará las opciones formativas que más y mejor se adaptan a tu forma de ser y con las que es más probable que seas feliz.
Una vez que tienes claras las cosas que más te gusta hacer, reflexiona sobre lo que mejor sabes hacer. De entre todas tus preferencias seguro que hay actividades que se te dan mejor que otras. Plantea estas cuestiones también a tu entorno cercano. Tu familia y amigos te darán una visión externa de ti mismo que te será muy útil. Y que puede también reforzar tu autoestima. Estas opiniones no deben condicionar tu elección, pero pueden servirte de ayuda.
Dentro de tus habilidades están también las soft skills. Son fundamentales para tu futuro profesional. Quizá no seas particularmente bueno en una actividad concreta. Pero si tu fuerza de voluntad y capacidad de superación están entre tus mejores habilidades blandas, conseguirás tu objetivo.
En la unión de los aspectos antes mencionados están tus aspiraciones. Objetivarlas y conocerlas es fundamental para saber cuál es tu vocación. Plantéate en qué consiste tu sueño, qué es lo que más te gustaría conseguir en tu vida profesional, dónde te ves en tu futuro ideal. En la vida siempre hay obstáculos que superar, pero si tus aspiraciones son claras y firmes, te será más fácil superarlos.
En este punto no dejes que las opiniones de los demás alteren tu decisión. Es cierto que algunas profesiones son más complejas que otras, o que solo un número limitado de personas pueden ejercerlas. Por ejemplo, en una orquesta solo hay una persona que puede tocar el piano, pero hay varias que tocan el violín. Si tu objetivo es ser pianista, no te desanimes porque las posibilidades sean menores. Podrás alcanzar este objetivo aunque no necesariamente sea en una orquesta.
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